No está mal de frikismo la cabecera, no...

viernes, 4 de enero de 2008

Prespiputas del Rock

Buaeno, hoy vamos a hablar de sexo, como siempre en sentido metafórico...

Yo siempre he visto el hecho de hacer un ensayo como el equivalente musical de la masturbación. Del mismo modo, los conciertos, bolos, boliertos, actuaciones o como se le quiera llamar, siempre han tenido para mi una similitud manifiesta con esos pilles de bar, que aunque se quedan en agua de borrajas y no llevan a nada, te emocionan porque inevitablemente evocan una adolescencia ya lejana. (Vamos, mierda para quinceañeros, sobre todo para los que disponemos de piso, aunque sea de alquiler...)

Quizás sea por el caracter de "a puerta cerrada", quizás por el sabor a segundo hogar que los músicos tendemos a dar a los locales, (Desorden organizado y cervezas desperdigadas por el suelo mediante) pero en definitiva, para mi ensayar siempre ha tenido un retrogusto pajero. De niño soñabas con estadios a los que llegar en helicóptero, y ahora uno se ve entre cuatro paredes tocando para si mismo...

Y los "conciertos" igual. Cuando firmé el contrato con mi imaginación, las palabras "Tasca" y "Gaztetxe" no aparecían ni siquiera en la letra pequeña. E incluso así sales a darlo todo aún a sabiendas que el máximo beneficio que vás a obtener son esos 300gr. de flotador que vas a perder cargando y descargando.

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Grabar lo veo como follar, por dos razones:
1- Porque me encanta.
2- Porque no lo hago todas las veces que quisiera.

Pues si señoras y señores, para mi grabar es como practicar el sexo, repito, en sentido metafórico, se acabó el "cinco contra uno", se acabó el wáter del bar, esto ya es una cosa para mayores!

Lo que me encanta del hecho de grabar es que estás desnudo física y mentalmente con la música, ya no valen las fantasmadas, por mucho que digas que eres capaz de tal o cual cosa, los micros solo van a recoger lo que toques, por mucho que tu equipo cueste tanto o cuanto dinero, a la mesa lo único que va a llegar es si suena bien o suena mal. Lo dicho, ya no valen las fantasmadas. Y lo más bonito de todo es llegar al momento en que te olvidas de los micros y los cables y la fatídica posibilidad de meter la zarpa y te dedicas a tocar, eso es algo que, no se sabe por qué, los micros lo recogen. Es lo más parecido a un orgasmo.

Pues bien, en lo que viene a ser la música, por desgracia yo solo he hecho el amor. Me explico, solo he practicado es sexo con cariño y afecto. Y eso no me mola nada. Me refiero a que siempre que he grabado algo, ha sido con mi grupo, mi banda, o algo que podría considerar relativo a mí. Y he descubierto que, aunque para mi ya es demasiado tarde, mi ilusión en la vida hubiera sido ser Puta.

Es algo muy común a la gente como yo, que somos más malos que mandar a la abuela a por droga pero sabemos que tenemos un talento especial para el intrumento que hemos elegido, elección tardía en muchos de los casos. Por eso acabamos metidos en mil grupos que por motivos laborales, personales o de incompatibilidades ya sea musicales o de otra índole tenemos que abandonar tarde o temprano. Es algo que hacemos inconscientemente, ya que es lo más cercano a lo que haríamos si el destino nos diese la oportunidad de volver atrás en el tiempo, escogeríamos formarnos para ser putas de la música (Al menos es lo que haría yo) y dedicarnos, musicalmente hablando, a practicar sexo en lavabos, masturbarnos, follar y hacer el "amor" por dinero.


Edito la entrada, ya se que nombre tenemos, y no quiero pecar de friki, perooo.....

Somos Prespiputas del Rock !!!!!

1 comentario:

Marino dijo...

Pues yo acabo de hacer el amor con los Fritanga y espero ke en un mes o asi con Deathillusion. La putada esk no he podido grabar la 2ª maqueta de mi otro grupo, se la folló uno que dejo el puesto que ahora ocupo.

Y de aki a unos meses me follare la maqueta de una amiga blacker que tiene canciones compuestas pero aun busca musicos.

Mola!

Viva el sexo, ya sea 1 contra 1 o 5-1 :D