No está mal de frikismo la cabecera, no...

viernes, 8 de febrero de 2008

Reflexiones de una semana sin MP3

Como todos ustedes saben, el sábado pasado fue el día grande de los carnavales en Bilbao, en lo que a celebración juerguística se refiere. Yo, como todos los años, me disfracé, proceso que se llevó a cabo en el local de ensayo, por lo que la ropa que traía de la calle quedó abandonada en ese templo del metal hasta que, por fín ayer, superé mi pereza y me acerqué al cuchitril donde reside mi batería a recuperar mis pertenencias, entre ellas el MP3, que había permanecido a buen recaudo en el bolsillo interior de mi chambergo.

Es un gran invento el aparato reproductor de MP3, personalmente lo considero el legítimo sucesor del Walkman de toda la vida, demostrada como fue la inviabilidad del Discman por mucha memoria de 10 segundos que tuviera. Y aparte de la comodidad de no estar continuamente pensando si "saltará o no saltará", el MP3 ha recuperado el romanticismo del bandolero, en el sentido que antes ibas a la tienda, comprabas tu cinta-cassette TDK de 90 y grababas el Fighting the World en una cara y el Kings of Metal en otra, y ahora el procedimiento es bajarse del E-mule los últimos de Killswitch Engage y Avenged Sevenfold y meterlos en el "mecherito de la música", pero bueno, no nos desviemos del tema, que entramos en terrenos demasiado pantanosos y acabamos hablando de Teddy Bautista, y eso no puede ser.

Bien, pues como he explicado, me acabo de tirar casi seis días sin mi aparatito MP3, y eso, para alguien que se mueve en transporte público o en el cochecito de San Fernando (Un ratito a pie y otro ratito andando), es una agonía. Aun así tiene un punto positivo, y es que, a falta de música, te da la opción de reflexionar sobre ella. Aquí van algunos de esos pensamientos:

En primer lugar, voy a continuar en mi cruzada antisetentera, antiochentera, antinostálgica, o como ustedes la quieran llamar, y lo voy a hacer abordado un tema nunca antes tratado en este blog, como es la música en ocasiones mal llamada "Patxanguera", es decir, lo que te pueden poner en cualquier pub de Mazarredo o Urquijo un sábado a las 3:30 de la madrugada. En esta ocasión el foco de mi ira es un individuo que se hace llamar Mika. Remontémonos como un par de añitos o tres hacia el pasado. Fue una gran época para la música comercial de baile, puede que una de las mejores de la historia, un boom del que salieron grandísimas bandas que creaban temas buenísimos con creatividad y calidad. Y por una vez, destacó entre lo bueno lo mejor, con los raperos Outkast y los Black Eyed Peas al frente de este maravilloso espejismo en el desierto del continuo espacio-temporal de la música mainstream, y su dunas de basura avanzando sobre la vegetación de lo bien hecho. Temazos como Hey ya! o Crazy se instalaron en las emisoras ultracomerciales y en los bares de moda, e hicieron que algunos locos optimistas pensaramos que el mundo de la música podía estar cambiando para bien. Desgraciadamente fué solo una ilusión, la masa borreguil dejó que pasaran de moda y los gurús que deciden lo que es bueno y lo que es malo emitieron un verecicto de culpabilidad por hacer bazofia comercial, no como las grandes bandas como Mago de Oz o Deluxe, y dictaminaron que Janis, Lennon, Allman, Hendrix, Bolan, Bonham, Brian y Moon les propinaran 100 latigazos diarios desde su llegada al averno. Que facil nos resulta a la gente del Rock en general calificar como mierda todo lo que no conocemos.
.....

Nos encontramos en el año 2007, la "música" comercial vuelve a ser una porquería tras un periodo de vacas gordas y la plaga del "bombo digital a negras" vuelve a apoderarse de las emisoras para masas y los bares oscuros con camareras de catálogo de lencería y precios "europeos". Pero no todo está perdido. Existe un salvador. Un Héroe. Su nombre es Mika. Alabémosle, Dios salve a Mika. Algunos, como un servidor, se preguntarán, o preguntaron, ¿Quien cojones es ese Mika? Pues es un inglés que se dedica a hacer temas que podrían pasar por parte de la banda sonora de Xanadú (Si, esa peli en la que Olivia Newton John va en patines y atraviesa paredes) pero con un brillo compositivo sólo omparable al fieltro del sombrero de Juan Tamariz. Eso si, al igual que el genio de las gafas y la chistera, Mika tiene un As en la manga, y es el siguiente: Como dije en mi post anterior, se viste igual que mi tío Antonio en las fotos donde mi padre volvió de la mili, dice que es compositor y además es multiinstrumentista. Déjenme que diga una cosa:

AAAAAARRRRGGGGHHHHH !!!!!!!!!!!!!!!!!

La profecía se ha cumplido, el armaggedon ha llegado y el mundo llega a su fin. No puede haber otra explicación al hecho de que un gafapastoso bailón haya sido poseído por el espíritu de Txus Di´Felatio. Digo esto, porque lo de compositor ya no se lo cree nadie, y lo de multiinstrumentista puede sonar muy bien para tu prima y tu tío, si no fuera porque el 50% de los músicos amateur o profesionales del planeta tocan varios instrumentos. Pero lo que realmente me da ganas de dar un puñetazo a la pared es ese espíritu vintage-para-todos-los-públicos, como si hacer temas añejos y vestirte como los espectadores del Argentina-Inglaterra del Gol de Maradona hiciese que la rapidez de tus conexiones neuronales se multiplicase por 10. El problema es que los gurús de la prensa opinan que sí, que se es más auténtico por ser un rancio y no innovar ni bajo amenaza de balazo, y han dictaminado que a su muerte, Mika se sentará a la derecha de Barry Gibb y su melena leonina, y podrá dar latigazos a los pijos de Operación Triunfo. (Esos mismos "Pijos" que dan trabajo a montones de grandes músicos de sesión que de otra manera se comerían los mocos, porque aquí, el pastel del Rock se lo reparten siempre los mismos amigotes)

............................

Esta semana también he estado pensando en SuTaGar, en su estatus en Euskal Herria, y en lo rápido que olvida la plebe a sus ídolos.

Para ponerles en situación; Todos sabemos que el Rock & Roll se hizo mayor hace mucho tiempo, muchas lunas han pasado desde que conformaba la banda sonora de las cuadrillas de moteros mientras Chuck Berry creaba el baile del pato, que años más tarde popularizó Angus Young. Lo dicho, ya no es una forma fresca y novedosa de hacer cancioncillas de tres al cuarto, ahora es un verdadero género musical como la copa de un pino, con sus subgéneros y sus modus operandi correspondientes en cuanto a composición y ejecución, y uno siempre puede encontrar una manera de hacer música que le satisfaga dentro de esa variedad, desde Juanes hasta Impaled Nazarene, desde los Ramones hasta Porcupine Tree. Y esto ha ocurrido a lo largo y ancho del planeta, y evidentemente, Euskal Herria no iba a ser una excepción. El Rock, tenido en cuenta como máxima expresión de música popular contemporanea, también se ha desarrollado y asentado en Euskal Herria, pero debido a las peculiaridades políticas e idiomáticas de la zona, su destino ha sido peculiar, siguiendo caminos idénticos a los del resto del mundo, pero con una identidad no creada desde la propia música sino desde el público, que lo ha distinguido del resto con el Euskera como factor diferenciador.

Como decía, en Euskal Herría el Rock también se ha hecho mayor. Como es lógico pasó su etapa de pañales en los primeros 80, donde las singularidades de la zona hicieron que los subgéneros más aceptados fueran aquellos más políticamente combativos, proscribiendo el resto, pero afortunadamente esa filosofía ha trascendido en su justa medida, dando lugar a un paisaje musical en el que florecen todo tipo de estilos y subgéneros sin dejar de lado la raiz agresiva.

¿Donde está el problema, porque lo hay? Algunos lo vemos muy claro. Se ha creado una corriente mainstream y un Star System alrededor de bandas efímeras y géneros aleatorios que, por estar internacionalmente ligados al entorno underground, el público no se percata que es símplemente moda. De tal modo, cualquier banda "del momento" puede gozar de un respeto y una credibilidad que pueden o no ser merecidas, pero que equiparan a los realmente talentosos de la paja.

El más claro ejemplo de esto son los Eibarreses SuTaGar. Hablar de ellos es hacerlo de una de las mejores bandas de Metal de la historia a nivel europeo. Y, por supuesto, en Euskal Herria se les respeta, el público les adora, compra sus discos y abarrota sus conciertos, y no por ello dejan de ser el grupo más infravalorado del pais, en Euskal Herria no hay banda más infravalorada que SuTaGar, y no cualitativamente, sino comparativamente. Me explico. La gente no se da cuenta de lo que tiene delante cuando los ve en directo en fiestas de cualquier pueblo de 700 habitantes. Es como ser vecino de Michael Jordan, y llevar a tu hijo a echar unos tiros con Él. El chaval estará muy contento, valorará lo que es compartir cancha con un famoso de tiempos lejanos, pero para el crío el mejor del mundo es Ricky Rubio y punto. Del mismo modo, aquí se equipara a SuTaGar y otras grandes bandas del territorio con "el grupo de moda" que Euskadi Gaztea haya lanzado a la fama ese mismo año (En algunos casos buenas bandas, todo hay que decirlo), y que por hacer Rock & Roll ya son más dignos y respetables que los horrores que llegan de España.

En fin, que con SuTaGar no sabemos la joya que tenemos, una pena.


Seguiremos informando.

1 comentario:

Mikel dijo...

Muy impresionante, caballero..."zein da David eta zein da Goliat?"