No está mal de frikismo la cabecera, no...

viernes, 23 de noviembre de 2007

El legado oscuro de Ruper Ordorika

Momentazo flashback:

Enero de 1987.
El patio del colegio, 11:30h.
Varios chavales de unos 10 años juegan a los "catetos". La pugna en cuerso se ciñe a la comparativa "Velocidad punta del Seat Fura-Velocidad punta del Renault 11". Hoy, algunos nostálgicos ochenteros aún recuerdan la tabarra que nos dío Citroen con el estreno secreto del anuncio del AX, misterio ambientado en la muralla china que fue desvelado el 31 de diciembre de 1986, justo antes del Show de Martes y 13.
Pero es es algo que no importa a nuestros contendientes, inmersos en una pugna catetil por ver quien es el afortunado ganador que presumirá de tener el taco de cartones más gordo de vuelta a clase.

Hasta que llega Juantxu.
A Juantxu le han comprado los padres un balón Mikasa con puntos. Cualquier otro balón hubiera significado aluvión de tobas y substracción del objeto en cuestión, los del curso superior son unos abusones. Pero No. Es un Mikasa, y ello le lleva a adquirir un estatus de superioridad respecto a los demás chavales. Entonces abre la bocaza:

"Pues el AX corre más, que lo se yo."

No hay una ley escrita en forma de cateto que corrobore lo que ha dicho Juantxu. De hecho muchos dudan que sea cierto. Pero tiene un flamante balón Mikasa, y eso no se lo dan a cualquiera. Seguro que sabe lo que se dice!

Bien, señoras y señores, en la forja de la historia se acaban de fraguar unas enormes Gafas de Pasta.

-------

¿Que tiene que ver esto con el Rock?

Listos ha habido siempre, en la cuadrilla, en la comunidad de vecinos, en el trabajo... siempre hay alguno. El problema es que a finales de la década pasada, en lo que es la sociedad pop-rockera, les dio por arrejuntarse hasta convertirse en una cosa de esas que en las tertulias de Channel Nº4 ó Pásalo llaman tribus urbanas. En esencia, eran la tribu de los listos, los que escuchaban discos en vinilo que nadie más conocía, iban a bares donde nadie parecía feliz y a veces se juntaban para hacer música...

Aaaaaaarggghhhhhh!!!!! Ese es su mayor pecado, por el que arderán eternamente en el infierno. A finales de los noventa, sufrimos una avalancha de grupos "trascendentales", que hicieran lo que hicieran, generalmente una mierda, se (auto) consideraba una obra de arte. Y si en la consecución de tales "Obras" se utilizaban instrumentos no habituales o se iba uno a meditar al Tibet para entrar en contacto con la esencia del espíritu del arte, pues mejor. Total, que me estoy poniendo de mala os... todo esto derivó en una defensa a ultranza de todo lo relacinado con lo Hippie y el setenterismo, y, como toda moda grotesca, mutó en el ochenteo cerdo y de oferta que padecemos ahora, que va desde los grupos de gafapastudos ñoñipop con camisetas de Naranjito hasta la reunión de Dio con Black Sabbath.

En fin, conclusión, en los 90 había mucho "boquerón", nunca debimos dejarles comprar aquella bolsa de balones Mikasa.

1 comentario:

zoom_one dijo...

Oye, que si querías un balón mikasa sólo tenías que pedirlo... Y efectivamente, el AX corría más.

Sigue así.