No está mal de frikismo la cabecera, no...

domingo, 30 de noviembre de 2008

Llegó el día: Hablemos de Gafapastas

Tarde o temprano tenía que pasar, me refiero a sacar este tema.

A veces, en lo referente al Rock, hecho de menos el baloncesto. Y esto se debe a que a la gente le gusta la seguridad, y por supuesto no soy una excepción. Lo que quiero decir con seguridad es el hecho de saber que el mundo no se va a acabar mañana, que la panadería va a seguir abierta o que vas a tener comida en el plato. Y por supuesto cosas mucho más mundanas. En la música, como en cualquier otra forma de arte, los intangibles y los conceptos etéreos son moneda corriente, y por ello hecho de menos el baloncesto. Es un deporte de equipo, y por lo tanto gana el que mete más puntos, y los mejores jugadores son los que meten más puntos, cogen más rebotes o dan más asistencias. Por supuesto, hay grandísimos jugadores que aportan una capacidad y una intensidad o liderazgo que está más allá de los números, aunque estos sean malos, pero lo que vengo a decir es que en los deportes de equipo la vida es mucho más "contable" que en el arte, y eso aporta una seguridad que hace que sea mucho más fácil hablar de determinados temas o defender ciertas posturas. Bueno, que me estoy llendo por las ramas...

¿Como se podría definir a un gafapasta? En mi opinión, la mejor manera de hacerlo es referirse a ellos como seres resentidos consigo mismo, hay un motor psico-moral que rige sus vidas, el talento, y al mismo tiempo es algo que desean pero no poseen. Por ejemplo, retomando el tema baloncesto, durante mucho tiempo yo mismo fui una persona acomplejada, me sentía pequeño a pesar de medir 1,87, pero este "defecto genético" es algo que no puedo esconder, no puedo decir que mido dos metros porque el engaño salta a la vista. Sigamos. Con riesgo de equivocarme, podría decir que son niños a los que se mimó mucho en la infancia, independientemente del poder adquisitivo de la familia, y por ello desean por encima de todo un talento que no tienen, pero claro, el talento no es contable, no es tangible, su carencia de puede camuflar, y aquí viene el engaño: El hecho de aparentar disponer de una cualidad como el talento pese a no estar detado de él es algo factible. Y además de factible, es la filosofía gafapasta subyacente.

¿Donde están las consecuencias? Bien, este es un blog sobre música, y el principal perjuicio de este tipo de comportamiento, digamos, gafapastas, es que son dañinos más allá de daño a la honestidad artística. Decía unas líneas más arriba que son niños mimados que anhelan algo que no poseen. Y de tal manera, propongo que imaginemos una situación:

La mayor parte de los varones del planeta desearíamos tener sexo con Eva Herzigova, es una realidad. Pero el único afortunado que puede hacerlo es el amigo Tico Torres, su marido y batería de Bon Jovi (Menudo ijoputa). De modo que tanto a mi como a muchos otros nos gustaría cepillarnos a la Herzigova pero no podemos. Y sabemos que no podemos. ¿Que es lo que hacemos? Pues ajo y agua, sin más, y no pasa nada. ¿Cual sería el comportamiento Gafapasta? Imaginemos que la posibilidad de tener sexo con Eva Herzigova es el talento, y la propia Eva Herzigova es la música. El comportamiento Gafapasta sería no aceptar que no puede tener sexo con la chica del Wonderbra, es decir, no aceptar que no tiene talento, ý vigilarla en su casa, seguirle, hacerle fotos, colarse en su mansión... es decir, acosar de una manera enfermiza, rastrera y criminal a la música para que reconozca su inexistente talento a cualquier precio.

Y aquí retomamos el tema de la intangibilidad del arte. Si alguien acosa a un famoso, aparece la madera en menos que canta un gallo, y el tarado da con sus huesos en la trena en cero coma tres. Pero en el arte no hay una policía que pueda evitar este tipo de comportamientos porque el crimen no se puede tocar con las manos, es, repito, intangible.

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Con esto supongo que queda claro como es el gafapasta medio. El problema es que su mensaje-disfraz de seres talentosos ha calado en la plebe, por lo que el prejuicio-acoso hacia el arte, y en el caso que nos ocupa el Rock, está hecho y aceptado socialmente.

Seguiremos hablando de este tema.

sábado, 29 de noviembre de 2008

El rito iniciático.

Bueno, tras mucho meditarlo, he descubierto que es lo que, en lo referente a los grupos de Rock, separa la paja del grano (¡!) y diferencia a los hombres de los niños:

Los Sandwitches mayoneseros.

Todo el mundo ha fiemado maquetas o "cedeses" después de un concierto para el primo del vecino de uno de tu grupo. Todo el mundo ha ligado (O ha estado cerca de) tras un concierto. Todo el mundo se ha ido de juerga después de un show para pasar "Rock & Roll all Night", como las estrellas.

Pero este es sólo el primer estadio, la fase larval. Tras todo esto llega el rito iniciático.

Y por ello se puede decir que no se ha estado en una banda de Rock hasta que no te han metido en plan estrella en un camerino con más desconchones en la pared del adosado de Espinete, y te han sentado frente a una mesa de playa con un pelotón en fila de a cuatro de sandwitches mayonesíticos de diferentes tipos (Chatka, atún, ensaladilla...), acompañados de multitud de platos de plástico llenos de Risketos, aceitunas de bolsa rellenas de anchoa y cacahuetes de lata marca Auchán, junto a varias botellas de Coca Cola y Kas naranja y limón, y varias latas de Eroski-Cerveza.

ESTE ES EL VERDADERO ROCK & ROLL

O al menos a lo máximo a lo que puede aspirar un grupo amateur en dentro de un área urbana superior a los 300.000 habitantes.

Y digo que este es el estadio superior de un artista de rock amateur porque viene a significar lo siguiente: La diferencia entre la base-base y el mundo "semipro" (Digo semipro porque implica ofrecer un resultado profesional a cambio de una retribución amateur, mitad y mitad, semi, jeje) está en que la panacea de comodidad y trato que se ofrece al músico es una merendola de cumpleaños de niños de 10 años. Aunque bien visto es lo apropiado, ya que el Rock de regional no deja de ser un juego de adultos responsables, que en su tiempo de ocio desatan su complejo de Peter Pan a los cuatro vientos.

Afortunadamente existe el mundo rural, en los pueblos si que saben tratar a la gente, menos mal.

jueves, 27 de noviembre de 2008

La cadencia en el folle.

En deporte a nivel internacional siempre se ha utilizado el concepto "Cantera". Por ejemplo, en baloncesto, que es de lo que más o menos entiendo, tenemos zonas geográficas como los Balcanes, estados como Lituania o instituciones como la Universidad de North Carolina. Desde todos estos "sitios" se provee de jugadores a cientos de clubes a nivel planetario.

Pues bien, a los bloggeros a veces se nos acaban las ideas, pero siempre hay una cantera capaz de generar mierda de la que hacer críticas destructivas. Es el caso del programa de la2 "Los conciertos de Radio 3".

Que conste que mi percepción hacia la programación de este espacio estaba cambiando, dando cabida a grupos cuyo mensaje iba desde el punki kalimotxero, como diría O.C. el innombrable, hasta el rock Folkie o la fusión, pero es como en todo: Cuando crees que algo está remontando el vuelo...



Pues eso.

Este martes tocó la banda de Miki Puig.

(Inserten aquí un silencio sepulcral y caras de pánico, terror y acojono)

Si, en efecto, Miki Puig, el listo más listo de los listos a pesar de formar parte de un Operación Triunfo de segunda (Si es que se puede), el hombre que se considera a si mismo ARTISTA con mayusculas por berrear "bonito es" y, en definiva, el personaje que por ser el mayor vendemotos de la escena televisiva, disfrazando de profundidas artística los afanes de supervivencia económica y reconocimiento "divesco", se convierte, en mi opinión, en el Señor de los Gafapastas.

Estábamos en casa viendo el suplic... perdón, concierto, y la verdad, me estaba enervando, pero me vino a la cabeza una reflexión:

¿Cual es la bandera que enarbolan? ¿Que intangible reivindican con su música? Si los gafapastosos tuvieran que utilizar una sola palabra para definir su manera de "jugar a las guitarritas"... ¿Cual utilizarían?

Personalmente no lo se, pero seguro que los tiros irían apuntados hacia el feeling, el groove, el sentimiento... es decir, conceptos etéreos que son fundamentales en el rock pero que se utilizan demasiado a la ligera, y por ello han pasado a ser parte del discurso de los vendemotos de la música. Pero bueno, respondiendo a la pregunta, podríamos resumir la respuesta en una palabra mundana pero definitoria: GUSTO. Definitivamente, los listo-gafotas piensas que su "arte" es música con gusto.

Y a traves de esto llegué a un axioma que une este tipo de conceptos con otra forma de entender la música, totalmente opuesta, pero que desde este punto de vista es bastante similar, el Power Metal (O Jebi Alemán de espaditas, como quieran ustedes llamarlo). Si, no nos echemos las manos a la cabeza, el enunciado de la fórmula es el siguiente:

EL GUSTO ES AL INDIE ROCK LO QUE LA TECNICA AL POWER METAL

¿Que quiere decir esto?

Pues que moviéndonos en parámetros "de barrio", la música gafapastosa si puede considerarse música con un sentimiento y una composición elaborada, pero repíto, en un contexto de "segunda regional". Del mismo modo que si se puede considerar técnicos a los guitar-hero´s powermetaleros, pero comparados con los grandes no dejan de ser una panda de fichajes lanzadores de imprecisiones a toda ostia.

Y aquí está el gran logro del MIKI_PUIGISMO y el gafapasteo en general: Apuntar muy alto cuando en realidad el movimiento se produce en un entorno absolútamente "Low profile", es decir, de gama baja. Lo que viene a ser hacer ver que se tiene mucho mundo y mucho recorrido cuando lo que hay en realidad es una falta de interés absoluta y una ausencia total de ganas por progresar y hacer las cosas con fundamento.

Y el problema es que esta filosofía se está extendiendo cada vez más hacia otros generos. Virus habemus.

Baila el Chiki-Chiki

Hola amiguitos, he vuelto, y voy a comentar unas declaraciones muy interesantes del señor Loquillo en una entrevista concedida a ElPais.com, enlace al canto:

http://www.elpais.com/articulo/arte/Loquillo/elogio/individualismo/elpepuculbab/20081122elpbabart_6/Tes

Comencemos, pues:

A Loquillo lo respeto por muchas cosas, y considero que en mucho de lo que dice, en general y en esta entrevista en particular, suele tener mucha razón. Pero en este caso se equivoca y está metiendo el remo hasta el fondo.

Loquillo viene de una época como los primeros ochenta, un lugar como la españa de la transición, y un genero musical que es el rock & roll. Y esa conjunción de factores sumados a, en su caso, un interés cultural superior a la media del músico popular standard hacen que confunda churras con merinas, y lo que es peor, que no vea la realidad con claridad.

Loquillo viene de un mundo irreal como era la juventud de los 80, es decir, el mundo de fantasía y violencia de las tribus urbanas que afortunadamente ha pasado a mejor vida, pero lo jodido es que a la gente de esa generación les queda ese poso de que lo suyo es lo auténtico cuando en realidad no dejan de ser, gracias al hijo de la grandísima puta del patascortas, una camada de niñatos con 4 décadas de retraso cultural respecto al mundo civilizado y que se dedicaba a jugar a la batalla de las banditas para evadirse de los problemas como la reconversión industrial, la crisis, etc...

En el caso particular de Loquillo, ésto se agrava; Loquillo no es un Ramoncín de tres al cuarto, es un personaje que ha ido más allá, ha intentado de verdad evolucionar en su trabajo, pero ésto sumado al lo suyo es lo auténtico que acabo de comentar, es lo que le está convirtiendo en cómplice de una de las mayores lacras que hay en la sociedad musical actual y que se contradice empíricamente con todo el tema del frikismo, etc... que está comentando: LA SERIEDAD de postal.

¿A que me refiero con la seriedad de postal? Pues me refiero a lo que se conoce como gafapasteo, pero que vamos, en realidad es el reflejo del principal factor de la cultura urbana estatal: LA ENVIDIA.

Todo el mundo quiere ser más que el prójimo, y en lo referente a la música, esto ha provocado que un factor esencial en el Rock como es la ACTITUD, se traslade de su hábitat natural, el escenario, a un lugar ajeno como es la vida cotidiana. Es decir, que actualmente al "músico" le interesa más vender la moto en los bares y pubs de sus cortesanos que el hecho de hacer música. Y si a esto le añadimos el concepto de lo auténtico que antes comentaba, y que como todos sabemos va cambiando como las modas del yo-yó a la peonza (Antes lo auténtico era lo setentero, ahora es lo ochentero, pff...), pues tenemos un mundo en el que todo dios es un gurú desde su poltrona de SERIEDAD ASQUEROSA y "Miki-Puig-ista", y en el que por desgracia Loquillo, al que como ya he dicho respeto por muchas otras cosas, no se escapa de esa espiral y forma parte del STAR-SERIO-SYSTEM.

¿Sobre el frikismo? Pues decir que es la tabla de salvación y el último clavo ardiendo al que se puede agarrar la música en general y el Rock en particular si quieren salvarse, de hecho en Ehpáña! es la única salida que tiene la cultura sin no quiere convertirse en un ghetto de gafapastudos vendemotos. Y retomando el tema de la música en particular, comentar que si hubiera más bandas como BERZAS, PETERSELLERS, MOJINOS ESCOCÍOS, GANDULES, GIGATRON, EL RENO RENARDO, RESERVA-DOS, etc... y menos como DELUXE, CYCLE o el própio LOQUILLO (Y mira que me jode decir esto, repito que le aprecio) pues el mundo sería un sitio muchiiiiisimo mejor.

martes, 29 de julio de 2008

Airgamboys vs. Nancy

Aún no me he recuperado del shock, y eso que he dispuesto de un margen de 36 horas para rebajar mis ánimos. Pero ni así, aunque en este preciso momento mi voluntad ya no es la de lanzar una bomba de hidrógeno sobre la sociedad rockera, sigo enfadado, indignado y triste.

Esta es la causa, guitarras Daisy Rock:

http://www.daisyrock.com/

Si habéis entrado en la página, os recuerdo que no ha sido imaginación vuestra, en efecto habéis leido "Daisy Rock, girl guitars". No se que opinaréis, pero yo en este momento me siento más feminista combativo que Angela Davis y más indignado que el pato Lucas en gansos de Lekeitio. ¿Por qué? Me voy a explicar.

Desde mi punto de vista, este tipo de productos lo que hacen es deteriorar la imagen de la mujer en el Rock & Roll, y no solo eso, potencian conductas machistas y reaccionarias que en un ámbito cultural como es la música deberían estar selladas y enterradas para siempre. Históricamente el número de instrumentistas e intérpretes de genero femenino ha sido muy elevado, no todo lo que debiera pero aún así contando con individualidades de gran relevancia, pero, a excepción de determinadas cantantes de talento, ninguna de las muchas grandes bateristas, guitarristas, bajistas que ha dado el Rock han podido quitarse el sambenito de"Toca bien... para ser tía", a pesar de estar a un nivel superior al de la mayoría de los machitos endiosados del género.

Este tipo de conductas, repito, vienen dadas por el histórico ensalzamiento de la testosterona en el Rock, y todos sabemos quienes potencian ese enaltecimiento de lo "Macho" en la música: La prensa especializada en Rock. Las revistas Jebis, si preferís. Y así como desde el punto de vista económico puedo comprender (Nunca compartirlos y si combatirlos, pero puedo comprenderlos) que se vendan una serie de valores que hagan que la venta de revistas y de los productos que en ellas se publicitan aumenten, no entiendo el porqué dejar al 50% de la población fuera del negocio, recordad que los grandes gurús del Rock sólo se mueven por dinero.

Pero bueno, inteligente mercantilmente o no, está claro que la prensa metalera genera una corriente de opinión machista y retrógrada, y que ética y socialmente este tipo de conductas es altamente reprobable. Dando por sentado que el mundo rockero estatal es un "paraiso" de machos melenudos donde las mujeres son siempre "amigas de" o "novias de", obra y gracia de gentuza como el Pirata, Mariskal, el Muniesa o el Basa, pasemos a analizar el mensaje de la marca de guitarritas en cuestión.

Personalmente, el mensaje que me llega es el de "vamos a dejar que NUESTRAS pibitas hagan cosas de hombres un ratico, a ver que mierda les sale". Es un mensaje que para mi está muy claro, y cuya repercusión social tiene dos lecturas:

Primera: Existia la necesidad de crear un producto, y en lugar de hacer algo inteligente y constructivo han parido lo más vomitivo que jamás se vio. Por razones genéticas, los individuos de género femenino de la especie Homo Sapiens son de un tamaño por lo general menor al de los de género masculino. Por lo tanto, ¿Por qué no crear unas guitarras con unas mástiles más finos y un menor peso que den unas grandes prestaciones y que permitan a las muchas ejecutantes de talento desarrollar su arte plenamente y de una manera más cómoda? No, lo que vamos a hacer es llenar un montón de guitaras de chichinabo de corazoncitos y estrellitas para que las nenas jueguen al los grupetes. Primera cagada.

Y segunda: No van a ser pocas las que les rían la gracia a esta gentuza. Y con esto me refiero a que, al igual que en los casos de mobbing empresarial, violencia de género o represión política, aquí tenemos un colectivo de gente que ha aceptado vivir en un segundo plano existencial subjugado por otro subgrupo en el que casualmente sus miembros tienen pene, valga la redundancia. En efecto, la metalera post-adolescente media ha aceptado ser la "novia de" o la "amiga de", alienada por la "verdad" de la prensa especializada, y esto es, para mí, algo gravísimo. ¿La razón? Estas chicas serán en un futuro mujeres con un poso de aceptación del machismo en su subconsciente que puede definir una serie de pautas socioculturalmente involutivas aún peores que las que estamos viviendo ahora mismo.

En definitiva, creo que la aparición de esta marca, en contra de la imagen que pretenden dar, es lo más machista y rancio que ha sucedido en el rock en años, y eso me pone de mala ostia.

domingo, 20 de julio de 2008

Con un poco de azucar y esa píldora que os dan...

Visualicemos la escena:

Condado de Sommerset, en las cercanías del pináculo-castillo de Cadbury. Aproximádamente las 19:00 de la tarde, basándonos en la indumentaria poco otoñal de los contendientes y el lamento cobrizo del cielo al esconderse el sol, porque recordemos, estamos en hora 0.0 respecto a Greenwich. Si, he dicho contendientes, por lo que debéis suponer que estoy describiendo una batalla épica con una trascendencia más allá de la contienda de Hastings, venidera años después. Los bravos guerreros se agolpan a ambos lados del valle, sabedores de la muerte cierta que les aguarda, y al frente de todos ellos, Arturo Pendragón, su caudillo, su capitán, su Rey, dispuesto a liderar a sus huestes hasta la muerte con el propósito de perpetuer su legado de paz y libertad en las islas.

El fuego comienza, los ejércitos lanzan su carne contra el acero buscando un encuentro carmesí solo equiparable al fulgor de sus ojos henchidos en sangre. Chocan los filos, se rasgan las ropas y se sesgan las vidas. Pero hay mucho en juego, y por encima de todo la esperanza y la libertad. Arturo, como el gran guerrero que es, piensa en las vidas de sus valientes, al igual que en lo necesario de su sacrificio. El miedo y la ira se podrían cortar con el filo de una daga y...

El momento del climax...

Agarran y salen media docena chunga de furgonas de los maderos, empiezan a tirar de porra y de bocata de puño y ala, todos pa´ dentro a tomar por culo pa´ comisaría, que batallita ni que batallito, mecagon la puta, todos pa´l calabozo. Joder.

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Esto que acabo de describir es la escena final de esa obra maestra de los Monty Python llamada "Los caballeros de la mesa cuadrada", que aunque eclipsada por esa otra genialidad que es "La vida de Brian" no debería caer en el ostracismo. Gran película con un final para el recuerdo, que acabo de ilustrar.

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Pues ayer fui a ver a Motorhead y viví algo parecido, que me hace volver a utilizar la proverbial frase "EL ROCK HA MUERTO", al menos por estos lares, solo que en esta ocasión lo digo con absoluto convencimiento y con conocimiento de causa.

Todo comenzó como hace dos o tres meses. El cartel era el siguiente: Zumo Negro de teloneros y Shisha Pangma de cabeza de cartel. La plaza, el pub Dink de Portugalete. Como atenuante diré que a mí, en lo personal y con mi banda, me han dado siempre un trato más que correcto en esa sala, pero lo presenciado el día de autos que nos ocupa supuso un impacto directo en la linea de flotación de la nave de mi fe en el Rock.

Aligero, que hay prisa. A Zumo Negro les cortaron el show a dos tercios y a Shisha Pangma por la mitad por razones de horario. Y no olvidemos que se trata de un local perfectamente insonorizado que no ocasiona ninguna molestia acústica al vecindario, hecho refrendado por la ausencia total de denuncias por parte de la comunidad relacionadas con ese tipo de incidencias. Simplemente les dieron la patada porque el Rock ha pasado de ser un concepto inviable como un reloj de cuerda o una bicicleta con cestita, a convertirse en un verdadero estorbo, como ese abuelo al que indefectiblemente hay que visitar, lo cual dentro de la metáfora vendría a ser la organización social y "políticamente" correcta de shows rockeros esporádicos, pero que a final de cuentas resulta un engorro y da por saco, sin más.

En definitiva, que dos bandas pequeñas, a pesar de ser maravillosas, fueros sacadas con jaboncito y agua caliente de un Pub de barrio, por muy insonorizado que esté.

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Esto que acabo de exponer puede considerarse hasta normal dentro de los parámetros de aceptación social en los que actualmente se mueve la música en directo, pero lo de ayer se puede considerar un paso más ayá en la tumba de Rock & Roll.

Tocaban Motorhead en la sala RockStar de Barakaldo, que vaya nombrecito para una discoteca de farloperos, hace que se me suba la bilirrubina de la mala ostia, pero bueno, ese es otro tema del que hablaremos otro día. Lo dicho, tocaban Motorhead, después de ser excelentemente teloneados por mis compadres de Positiva. El show comenzó de manera más o menos puntual (Quíteme alla eso 10 minuticos, señora...), y lo hizo de forma potente, con temas de los últimos albumes que rondaban los 95-105 bpm´s., es decir cañeros para que el respetable digiriera major el material nuevo con una tacita de testosterona. Bien hecho. Luego se dieron a los clásicos entre los que incluyeron temas poco habituales como el "just ´cos you´ve got the power" para concluir con el incunable "killed by death". Pausa corta para reajustar el stage al tema acústico, y tras el, los dos primeros bises, "Ace of spades" y "Overkill". Y entonces...

Entonces nada de nada, eso don primeros temas del bis fueron también los últimos, porque se dieron órdenes desde la organización de la sala de finalizar el concierto. ¿La razón? Hay mucha gente de bien, como camorristas, farloperos, camellos o violadores cuya principar consumición en el establecimiento va a ser el agua del grifo, esperando para entrar en la sala, y no se puede permitir que una manada de ordenados y civilizados melenudos consumidores compulsivos de cerveza nos hundan el negocio.

Por logica, este tipo de lógicas enervan a cualquiera. Pero más allá de, al igual que en el caso Dink de Portugalete, los bakalas y las camareras vestidas de "dependientas" de la gasolinera de Usansolo, está la tristeza de ver el ocaso de un grande. Yo puedo aceptar ver a mis amigos suprimidos de un bar por imbecilidades sin sentido, nos reimos del tema, nos tomamos unas cañas y santas pascuas. Pero el hecho de ver esto en la figura de Lemmy Killmister fue devastador. Ver a este señor pedir que les dejen tocar otro temilla dejó mi fé en el rock totalmente deshecha. Recordemos que en los tiempos en que empezó el señor Killmister, el Rock era cosa de macarras, y de todos ellos, este buen hombre ha sido el peor. Y aún así en este puto país de pandereta tenemos los santos cojones de echar a una leyenda de la musica popular del siglo XX como él a la puta calle porque va a abrir la discoteca.

Para concluir, los pequeños detalles cotidianos son los que realmente definen el estado de una sociedad, y el "Lemmy, la hora!" de ayer deja de manifiesto cómo de acabado está el Rock por esta parte del planeta. Sin más.

lunes, 23 de junio de 2008

El concepto de la jeta.

La década de los 2000. Curioso...

¿Alguien ha visto últimamente episodios de la primera temporada de Expediente-X? El otro día estuve viendo el episodio de Eugene Victor Tooms, un señor con la habilidad de alargar su cuerpo gracias a la ingesta de hígados humanos entre periodos de hibernación de 50 años cada. La verdad es que el episodio mola, pero lo que resulta más impactante es la imagen, me explico: Al ver ese episodio caí en la cuenta que estaba rodado en el año 1991, y a pesar de ello sus convenciones estéticas en lo que a moda (Textil), indumentaria o hábitos estilísticos no han variado en demasía en comparación con la época actual, y estamos hablando de una diferencia de 17 años. Ahora, como ejercicio, propongo que recordéis una película llamada "Una bruja adolescente en la universidad", rodada en 1988. Tres años de diferencia. Es la típica comedia juvenil estadounidense sin ningún tipo de fondo pero que cumple perfectamente su misión de pasar la sobremesa del sábado en casa de tus padres sin sobresaltos y con esporádicos lapsos de siesta. Ahora bién, en lo estético... me duele utilizar este término, ya que últimamente a muchos pedantes se les llena demasiado la bocaza al usarlo, pero lo haré: Es "ochentera" a más no poder. Y repito, 3 ños de diferencia con el episodio de Expediente X. ¿Moraleja? Por partes. Primero, los ochenta fueros especiales, para bien o para mal, pero lo fueron. Y segundo, dentro de algunos años cuando recordemos las pintas que llevábamos algun@s en los dosmiles con mallas bajo las minifaldas o crestas a lo futbolista paletosexual (Metrosexual de solarium y gimnasio incapaz de disimular la cara de gañán) sentiremos vergüenza, no lo dudéis.

Pues si, retomando el tema de la década de los años 2000, han dado multitud de momentos para el recurdo, algunos positivos, otros trágicos: La clonación, el 11-S, el muro de Israel, el descubrimiento de agua en Marte... y en temás ya menos trascendentales y más lúdicos, decir que EE.UU. ha hecho el ridículo internacionalmente en baloncesto (Je je je), la proliferación de cadenas locales ha hecho que los programas de cocina florezcan como el acné en el Monsters of Rock, para mi disfrute culinario, y personalmente, comentar que ligo muchiiiiisimo más con 30 años que con 20. Y ya si, por fin, enlazando con el tema musical y el concepto de la jeta, pues el panorama cinematográfico ha dado grandes películas en esta década, de las cuales no voy a hablar. ¿Porqué? Porque voy a hablar de dos pedazo de bodrios importantes, realizados uno en 2002 y otro en 2005.

He escogido estos filmes para mostrar que la realidad tangible no es capaz de competir con un arma de percepción tan poderosa como es la opinión pública, y que más allá del concepto en las operaciones de márketig de conocer que es lo que demanda el público, lo verdaderamente relevante en el objetivo de influir en esa opinión pública es enfocar el mensaje dentro de una adaptación absoluta al medio en lo que a usos y convenciones sociales se refiere estríctamente dentro del lapso temporal correspondiente.

En resumen, que ambas películas fracasaron ante la crítica por una misma razón: Son artificiales. Sus títulos son "Star Wars, Episodio II: El Ataque de los Clones" de George Lucas (2002) y "Princesas" de Fernando Leon de Aranoa (2005). Estamos todos de acuerdo en que son películas superficiales y efectistas con poquito fondo y basadas en la certeza absoluta de su triunfo en taquilla, pero hay una diferencia notable: Una es cine independiente, donde el director ha puesto hasta el último duro a través de su propia compañía creada a través de hacer películas donde también se las apañaba para poner la pasta a través de préstamos chungos y comer patatas y huevos, mientras que la otra es una superproducción llevada a cabo con la ayuda de potentes cadenad de televisión y productoras influyentes.

Y, si, en efecto, os habéis equivocado. No quiero pecar de Fan Die-Hard de la Guerra de las Galaxias, pero es que George Lucas hace cine independientes desde El Imperio Contraataca; con el éxito de La Guerra de las Galaxias adquirió un fondo económico potente que le ha permitido crear su propia compañía, Lucasfilms, ajena al sindicato de Directores y al Hollywood corporativo, por lo que aunque el resultado haya sido en ocasiones muy bueno, o como en el caso que nos ocupa, lamentable, objetivamente y de una manera empírica de acuerdo con la realidad tangible, El Ataque de los Clones es cine independiente, y George Lucas es un señor que aunque haciendo películas cada vez es más zote, es el responsable de que, entre otras cosas relacionadas con la música, hoy en día cualquier grupo de nivel medio pueda sacar un DVD como quien baja a por el pan o cualquier banda de niños sea capaz de grabar un CD en su propio local con un nivel muy superior a producciones millonarias de hace 20 años, pero bueno, la evolución del Edit-Droid y el nacimiento de programas como Cubase o Pro-Tools lo analizaremos otro día.

En el otro lado de la balanza tenemos a Fernando Leon de Aranoa, un niño pijo disfrazado de hippi como bien dice mi adorado crítico cinematográfico Rayo Gamma ( http://www.cinecutre.com/ ).
Es lo que comentaba antes de adaptarse al entorno social en un lapso temporal concreto, a pesar de elaborar un guión que de credibilidad cero. Nadie, ni Sogecable-Sogepaq, ni Telefónica ni Canal+, van a negar todo el dinero que haga falta a una película que trata el tema de la inmigración, la prostitución y el maltrato, aunque el guión haga aguas por todos lados ¿Quien se va a atrever a decir en público que el Rey va desnudo y que el sastre le ha tomado el pelo? Y más cuando el hecho de que el sastre nos ha dado el patrón de un traje que no existe nos va a convertir en héroes, es decir, lo relevante que resulta para una serie de compañías enormemente poderosas el que se asocie su nombre al apoyo a determinadas causas "sociales". Y claro, el amigo Leon de Aranoa, con un bote del tamañó del estadio Maracaná del que chupar como el jeta que es, una superproducción corporativa a la que nadie va a poner a parir porque es "caballito socialmente blanco", y una opinión pública encantadísima con su cine patrio ahpañó de calidad independiente y comprometido socialmente, luchando como un jabato en los cines contra una superproducción de Hollywood como La Venganza de los Sith, también de 2005. A pesar de que, como he dicho antes, George Lucas hace (en el caso que nos ocupa, mal) lo que le da la gana porque pone su dinero, mientras que pijo disfrazado de hippi hace lo que le dice Sogecable y él obedece encantado, no sea que no se pueda forrar.

¿Que porqué estoy escribiendo sobre esto en un blog de Rock & Roll? De momento simplemente recomiendo el visionado del programa "Los conciertos de Radio 3" en la 2, me explico:

El mundo del Rock Duro es un entorno donde triunfa el, digamos, mayor "pijo disfrazado de hippi". Es triste aceptarlo pero es lo que hay, es un mundo superficial donde la imagen y las formas han triunfado sobre el fondo y la esencia. Y no solo me refiero al ya manido tema de la prensa especializada, que como percutores ejecutores de este cambio a mal tienen una gran responsabilidad de la que sentirse avergonzados, no, en esta ocasión el caso es mucho más cercano al músico.

Personalmente opino que hemos llegado a un punto en el que cualquiera con dos dedos de frente y un mínimo de pensamiento crítico estará hasta los mismísimos cojones de tanto revival sesentero-setentero-ochentero, de tanto payaso disfrazado y de tantos terminos estúpidos relativos exclusivamente al "gear" que han acabado significando implícitamente una manera de crear arte para muchos bocazas cuyas mirar terminan en lo estrítamente formal sin tocar para nada el fondo, como son "minimalismo", "vintage", "maximalismo" etc. ¿Donde esta la personalidad de cada individuo? ¿Simplemente se ha perdido? ¿Vivimos en el Gran Hermano de Orwell como borregos atemorizados por el "que diran" omnipresente y vigilante, o más bien en el mundo de Matrix, en letargo y enchufados a la máquina de las corporaciones (Prensa, discográficas...)? Personalmente creo que vivimos en el mundo de Fernando Leon de Aranoa, donde lo verdaderamente importante es ser un "pijo disfrazado de hippi", o bien disfrazado de Danni Filth, Brant Bjork, Izzy Stradlin o Josu Expósito, en el que sí, en ocasiones es verdad que se puede ser un gran artistas y en otros caso un desastre abominable, pero donde el principal factor de criba es el "ser" un ente identificable y clasificable dentro de unos parámetros de supuesta originalidad que en creencia de muchos iluminados de mierda es lo que diferencia al artista del ciudadano medio, pero que según el que esto escribe lo que hace es disipar el proceso de creación artística y de espectáculo audiovsual en favor de factores superficiales como la simple "imagen de marca", a la vez que conseguir que tu padre, que sabe de la vida más que tú por viejo que por zorro, te mire con cara de "el niño me ha salido gilipollas".

Por eso a veces me siento un poco George Lucas en un mundo de Fernandos Leones de Aranoa. Saber que no soy un gran artista (Posiblemente ni siquiera artista) no me libera de mi responsabilidad como persona que de vez en cuando se expone a un público con un alto porcentaje de indivíduos permeables y en fase de formación como personas, como es el sector de población adolescente, y por lo tanto creo que todos tenemos una serie de obligaciones formativas para con esa gente, de tal modo yo no me sentiría con la conciencia tranquila llevando en directo una indumentaria diferente a la que utilizo habitualmente en mi vida cotidiana o utilizando un kit de batería con el que no me sintiese cómodo y no me permitiera expresarme de acuerdo a lo que quiero transmitir. ¿Inconvenientes? Hablemos de "Gear", "Equipo", la herramienta...:

Actualmente mi Kit de batería es un Pearl Masters BRX de 2 bombos, 3 toms y 2 bases más caja, con Rack Pearl de 5 frontales y platos Sabian valorado en un pastón que no quiero ni mencionar.


Después de lo que hemos hablado... ¿Creéis que un niño de papá perroflautero con rastas y una batería barata y destartalada de cuatro piezas tiene derecho a llamarme cualquier cosa despectiva relacionada con el dinero (Por ejemplo, "pijo") porque acaba de venir de meditar de Katmandú? ¿Tengo yo derecho a llamarle no solo niño de papá sino también irresponsable para con el arte, no solo relacionado con las mierdas que hacemos tanto él como yo, sino con los valores decadentes y autofagocitarios que está dando a las nuevas generaciones? Podéis opinar, aunque yo lo tengo bastante clarito.

martes, 17 de junio de 2008

En casa del herrero... cuchara de palo.

Este Sábado estuve viendo a mis amigos de The Name en la sala Bilborock.

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Lógicamente, como persona supuéstamente racional que soy, no creo en el destino. No creo en que mi existencia y mi paso por esta vida se puedan resumir, antes de llegar a su fin o incluso al comienzo, de una manera tan simple como es basarse en la ubicación de los cuerpos astrales, los ciclos de las cosechas o las mierdecillas que sobran en la tacita del cortado (Posos lo llaman). Pero aún así, si creo que cada individuo tiene una función y una utilidad en el mundo.

En lo referente al Rock & Roll, yo enconté mi labor hace un tiempecillo en mi entorno. De un modo básico se trata de ejercer de Pepito Grillo para con la música, adquiriendo paulatina y progresivamente un relativo estatus y respeto como ejecutante (Mitad debido a mis aptitudes, mitad debido a ser un impostor de narices) sin perder mis "cualidades" como Friki y Nerdazo, de tal modo, el hecho de relacionarme con mucha gente y presentarme como un ente superior en lo artístico pero inferior en lo social ayuda a que esas personas mantengan los pies en la tierra.

La verdad es que esto que estoy diciendo puede sonar un poco pedante por mi parte, pero es que cada uno debe saber donde está. Yo tengo claro que soy un instrumentista mediocre con una larga lista de deficiencias y unas pocas virtudes que realmente no son relevantes en mi estilo. Pero es que el Metal está como está, de risa... en definitiva, que ahora mismo yo considero que estoy en el nivel "El que gana todos los años el concurso de tortillas de patata de su barrio". El hecho de ganar el concurso de tortillas implica precisamente eso, el ser un juerguista superviviente de Domingo a la mañana con unas aptitudes culinarias superiores al resto de juerguista supervivientes de Domingo a la mañana. El Rey de los domingueros. ¿Implica eso pericia en los fogones? Prácticamente ninguna, principalmente porque cualquier amatxu del barrio te machaca sin piedad en ese mismo terreno, eso hablando de gente "no pro", que si nos ponemos a hablar de los cocineros de tasca, con el trajín que llevan y el callo que tienen, las comparaciones ya pueden ser devastadoras... como para mirarse en el espejo de los grandes de la cocina ¡JA JA!

Pues eso, aunque me gustaría ser cola de león, ahora mismo soy la cabeza mierdosa de un ratón sucio y lamentable cuya cola supone el 95% de los bateristas de Rock de esta región y mi labor y responsabilidad en la música es que, desde el cariño y la comprensión, ninguno deje de tener los pies en el suelo simplemente por formar parte del ratón que nos atañe.

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Hablábamos de labor y destino. Os he expuesto lo que yo considero mi responsabilidad en la música a dia de hoy. Pero es una ocupación social. ¿Que hay de lo musical en sí? Bien, ahora mismo estoy en dos bandas; una, Punto de Mira, grupo de Metal orientado principalmente al Thrash y al Groove Metal. Otra, Medusa 33, más Rock orientado al Metal, ocansionalmente basando el repertorio como tributo a Black Sabbath. También estoy ensayando con Shisha Pangma, banda de Hard Rock, de cara a sustituir puntualmente a su baterista en un bolo al que no puede asistir por compromisos personales.

Estoy realizando estas tareas principalmente por una razón: Me siento a gusto con la gente, realizamos un trabajo de forma eficiente y satisfactoria, y, personalmente, tengo la oportunidad de hacer lo que más me gusta a menudo; Conciertos.

Por eso considero que fué un error ir a ver a The Name este Sábado:

¿Habéis dejado alguna vez a alguna novia? ¿No os ha pasado que, después de un tiempo, te encuntras con ella y opinas que etá preciosa, y no entiendes por qué la dejaste y te la comerías a besos?

Cada uno nace para lo que nace, y no tiene nada que ver con el destino, es simplemente lo que se llama actitud, a pesar de lo que los hijos de puta de los críticos y la prensa especializada puedan decir. Y personalmente tengo que decir que he tenido grandes problemas para adaptarme al Thrash de Punto de Mira, que sigo teniéndolos para realizar interpretaciones totalmente satisfactorias, que soy incapaz de encontrar el Feel a los temas de Black Sabbath y por eso no los hago sonar como deberían, y que esto que acabo de decir es perfectamente aplicable a determinadas composiciones tanto de Medusa como de Shisha Pangma.

Y por eso me sentí como con una exnovia radiante enel concierto de The Name, porque he nacido para tocar Metal Progresivo y en eso si que soy solvente, y en ese estilo si que soy capaz de hacer que los temas respiren y vivan, porque soy felíz haciendo "eso". Pero en fin, tal y como está el tema del metal hoy en día, todo es cuestión de prioridades...

sábado, 31 de mayo de 2008

Yoda´s theme

Me jode haberme equivocado en mis previsiones. Sobre todo porque, como siempre, mi amigo Juan Carlos Viso ha tenido razón. Y por eso me duele más, porque ha tenido que acertar un puñetero árbitro. Aún así soy feliz. Inmensamente feliz.

Hoy no voy a hablar de Rock & Roll, principalmente porque en el mundo de mis aficiones y momentos de esparcimiento hay algo mucho más importante. Está bien que sea baterista. Está bien que me haya gastado una millonada en una magnífica batería y que haya invertido miles de horas de ilusiones y penurias en mejorar como instrumentista y como músico. Está bien que haya compartido miles de momentos magníficos alrededor del Rock como forma de vida y haya conocido gente maravillosa a través de ello.

Pero dentro del mundo de mi esparcimiento, por encima de cualquier otra cosa, Yo, Jorge Cobelo Luja...

... soy jugador de baloncesto.

Y por es, hoy, 31 de mayo de 2008, soy feliz.

Emulando a Rugter Hauer en Blade Runner, diré que he visto de todo. Me ha tocado vivier la era de la transición, en la cual los Europeos y los Africanos por fin hemos dado un paso adelante. He visto jugar a Larry Bird y Magic Johnson. He visto a Dios pasar de ser el saltimbanqui de los Chicago Bulls a ser el jugador más maravilloso que ha pisado la faz de este planeta. He vivido la "era del basquet", con jugadores tan magníficos como Dino Meneghin, Clyde Drexler, Charles Barkley, Arvidas Sabonis, Karl Malone y John Stockton, Juan Antonio Corbalan, Tony Kukoc, concursos de triples y mates, madrugones para ver partidos, la olimpiada de L.A,. la de Barna, mundiales... he vivido la explosión del basquet internacional.

Sigo llorando cada 7 de junio.

Y, por supuesto, cuando esta mañana he llegado de juerga y he visto el resultado del Pistons-Celtics, también he llorado, de hecho ahora mismo lomestoy haciendo.

Este año hay final de la NBA. llevaban 21 años sin haber final de la NBA, lo cual es mucho tiempo sin final, je je. Y este año, por fin, la tenemos.

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Es una sensación extraña la de la final de la NBA este año. Lo digo porque, personalmente, soy más Celtic que el puto San Patricio. Lo que pasa es que este año estoy con los Lakers. Y no solo es porque esté Pau, que también. El tema es que los Celtics a día de hoy son uno de esos poquísimos equipos en la NBA que viven en el pasado y no tienen jugadores "internacionales", como llaman a los extranjeros en U.S.A. La gente que me conoce sabe que soy un defensor a ultranza del baloncesto FIBA, especialmente del que se hace en el mediterráneo, ya sabéis, la zona del mar Adriático, la parte desde Gibraltar a la costa Azul, Grecia... y por eso este año voy con los Lakers. Los de L.A. son un equipo que, como salta a la vista, depende de ese genio que es Kobe Bryant, pero sin gente como Didier Ilunga Mbenga, Vladimir Radmanovic, Ronnie Turiaf, Sasha Vujacic o, sobre todo, Pau Gasol, no estarían jugando estas finales. Y por eso me siento en plan "¿A quien queires más, a papá o a mamá?". Pero bueno, lo que debemos hacer es disfrutar de estas finales y dejarnos de txorradas.

Para terminar, os emplazo a todos los que podáis leer esto que intentéis por lo menos ver algún partido y disfrutéis del basquet, que, como he dicho, es un juego maravilloso, realmente merece la pena. Y sobre todo porque lo de este año es una puta efeméride, más que nada para que en un futuro lo podáis contar. En serio, vedlo.

jueves, 29 de mayo de 2008

El Ejercito de los 6 Monos

Es muy jodido eso del Burka. Ser obligada a ver pasar la vida a traves de una rejilla bajo amenaza de muerte y por imperativo divino no le hace gracia a nadie, pero bueno, es la paradoja del Islam, un credo que en el momento de su aparición sorprendió por rompedor desde el punto de vista de la igualdad, tanto en el plano social como de género, pero que vive un estancamiento de 1.500 años por el afán de control de sus rectores (Afán de control totalmente interesado, todo hay que decirlo). De todos modos, las opiniones como la que acabo de escribir, en boca de un occidental son cuando menos demagógicas. Conviene recordar que la iglesia católica fue creada por el "inventor " de conceptos como la intifada, el socialismo, el comunismo o el feminismo, y a pesar de ello se ha convertido en el más reconocible símbolo internacional del fascismo, la extrema derecha y la opresión política de pocos poderosos sobre muchos débiles, a causa del afan de sus rectores por bla, bla, bla... Conviene recordar así mismo que la religión judeo-cristiana no es más que la escisión en rebeldía, a cargo de un profetilla, de otro credo igual o más poderso, con un peso específico tan brutal en la economía mundial que los hace ser capaces de olvidar las aberraciones que se cometieron sobre ellos (en gran parte responsabilidad de su propios rectores, que bla, bla, bla...) para pasar a cometerlas ellos mismos. Y del mismo modo que el cristianismo es un "pues ahora agarro y me voy", la escisión que de el se produjo no deja de ser la rabieta de un Rey putero y malcriado que ha conseguido que un conflicto territorial sin mucha miga (1 isla = 1 nación, así de fácil) se haya alargado innecesariamente cientos de años. Evidentemente los occidentales, al igual que los Hindús, al igual que los oportunistas que hacen su propia e interesada interpretación del Budismo (La gran mayoría, je je), al igual que los pijos ricachones que se meten en religiones donde pijos muy ricachones les chupan el dinero a pijos menos ricachones como los cienciologistas o los satánicos (Si, el satanismo, a parte de una gilipollez tanto primigeniamente como el las interpretaciones banales que se le dan hoy en día, es una paja mental para pijos), al igual que muchos otros casos que olvido, los occidentales tenemos mucho que callar, y más a la hora de meternos con otras sociedades basadas en credos estúpidos al igual que la nuestra.

Pero como si no lo hago se me va al traste mi metáfora rockera de hoy, a riesgo de caer en la demagogia continúo con el tema Burka. A partir de ahora cuando hable de religión me estaré refiriendo a todos los credos del mundo como una única lacra. Bién, pues tengo que decir una cosa, la subyugación de la mujer es la mayor aberración causada por la religión global e históricamente, ya que supone una manera de tener sometida y esclavizada a más de la mitad de la población con lo que esto supone; lógicamente esto es algo positivo para el jeta de turno que maneja el cotarro aunque, por lógica, totálmente negativo para el desarollo de la sociedad. Pero desde el punto de vista cronológico la dicotomía se magnifica, es decir, supone un beneficio para el lider religioso de manera inmediata, pero los perjuicios sociales no solo se producen instantáneamente sino que sus secuelas se van multiplicando exponenciálmente a lo largo del tiempo. De este modo, a largo plazo el progreso social, cultural y tecnológico no solo se va ralentizando, sino que se va minando y pudriendo por dentro, dando lugar a un "avance recesivo", si se me premite sociológicamente la expresión.

Bueno, como dijo Florentino Pérez, quitémosle hierro al asunto y hablemos de Rock & Roll.

Obviando las insalvables diferencias en cuanto a gravedad y relevancia, en el mundo de la música popular contemporánea pasa algo parecido, pero en lugar de un burka, el sector socialmente oprimido y de cuya liberación depende el progreso tiene en su contra un icono igualmente impactante y poderoso: La Guitarra Eléctrica (Esa imagen de una Strato colgada de la pared de un Hard Rock café, ay ay ay....)

¿Porqué digo esto? Pues porque para mí y para cualquiera con un mínimo de respeto y sensibilidad por lo que realmente representa la música Rock, el hecho de que la guitarra eléctrica sea considerada el instrumento relevante y preponderante del género es una absoluta aberración, y no solo eso, es una aberración que basada en el ostracismo del resto de componentes fundamentales ha generado un "avance regresivo" que ha desembocado en la situación en que hoy en día nos encontramos. Yo no puedo hablar de la pequeña élite de los profesionales, ya que es un mundo que desgraciadamente desconozco, pero sí que puedo pronunciarme acerca del los entresíjos del Rock amateur, y con MUCHIIIIIISIMO conocimiento de causa, y lo principal que debo decir es lo siguiente:

La tiranía de la guitarra que estamos viviendo está matando la calidad en el Rock de base. Así de claro.

Por supuesto, al margen de la capacidad compositiva y de ejecución del guitarrista medio, que puede ser mejor o peor y no voy a entrar a valorar, el principal foco de mis iras es la casta de Técnicos-Productores-Ingenieros por un lado, y por otro esos seres que deberían ser exterminados llamados arreglistas, pero con estos caraduras ya me meteré en otra ocasión.

Según mi paracer, en lo que respecta a la busqueda de un sonido global de banda satisfactorio, profesional y agradable al oído dentro de los parámetros de agrado del Rock, el porcentaje de relevancia de cada instrumento vendría a ser el siguiente:

Voz: 80%
Batería e instrumentos "periféricos" (Teclado, vientos): 11%
Bajo: 8%
Guitarras: 2%

De tal modo deducimos que sin voz no hay canciones, sin batería no hay Rock & Roll, sin bajo no hay música, y sin guitarras... pues no hay guitarras y punto.

En este momento me veo obligado a realizar una puntualización: Con relevancia no me estoy refiriendo a niniedades superficiales como volúmen, presencia etc... me estoy refiriendo simplemente a trabajo y dedicación por parte del responsable que tanto en un directo (Sobre todo) como en un estudio está al cargo de que el sonido sea simplemente bueno. De acuerdo con los estándares contemporaneos de sonido en el Rock y sus variantes, conseguir un sonido digno o incluso brillante de guitarra no alberga una gran complicación, a pesar de lo que muchos caras opinen que sí. En cambio, conseguir un mínimo aceptable de sonido de voz, batería o bajo, y con esto me refiero a conseguir un equilibrio satisfactoria entre volumen y presencia en la voz o en los picos de agudos y graves en bombo(s), toms y bajo, así como en otras "peculiaridades de producción" es un trabajo mucho más meticuloso. Como es lógico, por parte de un técnico, especialmente de directo, es muy fácil venderle la moto a un grupo de que el sonido de caja o bajo es muy setentero cuando suena a chicharrila, o engañar en el estudio a unos niñatos con que "estos bombos disparados y la voz con el volumen "en Murcia" están mucho mejor" (Aunque en muchos casos vista la calidad de los ejecutante es hasta mejor. Pero eso es algo que solo se demuestra tocando y los prejuicios de los putos técnicos están ahí).

Como punto de autocrítica debo decir que los guitarristas siguen siendo la principal fuerza compositiva en el Rock debido a las posibilidades del instrumento en ese campo, es algo innegable, pero del mismo modo en que de un tiempo a esta parte se ha relegado a un segundo plano a una fuerza creativa con un potencial mucho mayor que la guitarra como es la VOZ, cuando la lógica dice todo lo cantrario, va siendo hora que los guitarristas comiencen a subsanar ese tipo de errores históricos y empiecen a darse cuenta que en términos de SONIDO, a día de hoy, son un instrumento totálmente secundario.

Sin más.

Y ahora enlazando con el tema del Burka. Para mí hombres y mujeres son iguales, y cualquier tipo de reivindicación de superioridad por parte de cualquiera de ambos géneros me parece una estupidez. Sin embargo, aunque no lo comparto, respeto que haya asociaciones feministas que traten de promulgar una teórica superioridad femenina, no porque pueda creer en ello, sino porque entiendo que siglos de opresión social puedan generar un legítimo resentimiento y sentimiento de agesividad.

Desde ese ángulo del prisma, SI me puedo declarar un feminista del Rock, o mejor dicho...

MILITANTE POR LOS DERECHOS DE LOS INSTRUMENTOS OPRIMIDOS POR LOS ESTANDARES SOCIALES PRO-GUITARRISTICOS.

He dicho, y polémica habemus.

P.D.: ¿Ves como si que conozco la diferencia entre perjuicio y prejuicio, Inma? Je je.

viernes, 25 de abril de 2008

Culpable!!!!!

Hola amiguitos, tras una larga espera cortesía de ya.com, vuelvo a tener conexión a internet, por lo tanto, un saludo a la parroquia (¡Otro para tí, Patricia!)

Al tema. Es sabido que las letras de todos y cada uno de los grupos de este planeta pretenden transmitir un mensaje, ya sea elaborado, banal, o simplemente el de "no me apetece currarme una letra con fundamento". En definitiva, es la ley del proceso de la comunicación, y si un emisor encuentra un receptor, es indiferente que el mensaje sea una genialidad lírica o una gamberrada, el mensaje existe, y punto.

No temáis, no voy a entrar a realizar una defensa a ultranza del humor en el rock & roll, ya que creo que es una postura por un lado personal mía y por otro subjetiva. Simplemente estoy tratando de llegar a la introducción al concepto que hoy nos va a ocupar. Y en este preciso momento estoy pensando en el tema "La culpa de todo la tiene Yoko Ono" de Def Con Dos. Nunca he sido muy partidario de la ideosincrasia de esa banda, pero hay que reconocer que con joyitas como "Los muertos del Rock" o la que acabo de mencionar, en el tema letras dan en el clavo. Y de eso voy a hablar hoy, del pecado y la culpa de Yoko Ono.

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Siempre se ha hablado mucho sobre la muerte del Rock; decir que "está muerto" siempre ha sido un recurso muy cool, tanto desde el punto de vista rompedor y transgresor como desde el lado conservador y victimista. Evidentemente el Rock como género musical sobrevive al estilo mileurista, es decir, de seguir las cosas como a día de hoy, nunca llegará a poseer una mansión en los mass media pero tampoco se va a morir de hambre en el underground más piojoso. Clase media obrera, que se llama, y eso es algo que está bien, significa que todo este tinglado ha llegado a su madurez como parte del subconsciente colectivo de la cultura popular; escuchar un tema interpretado por guitarras, bajo, batería y voz es algo tan cotidiano como bajar a por el pan o comerse un pintxo de tortilla de patata. Pero, en cierto modo, decir que el Rock & Roll está muerto puede tener algo de sentido filosófico. Y si hay que poner fecha a esa muerte metafórica, yo lo tengo muy claro: El día que John Lennon conoció a Yoko Ono.

En contra de lo que opinan los geniales redactores de Cinecutre o Viruete, señalando con su dedo acusador a Welma, la secundaria de Scooby Doo, no temo equivocarme al decir que Yoko Ono es la primera Gafapasta de la historia, no por imagen o "periféricos" (Perdón por la Geekada), sino por conducta y mensaje.

Yoko Ono acabó con el mensaje del Rock primigenio, aquel cuya rebeldía radicaba en no reivindicar nada y simplemente pasarlo bien. Como he dicho en otras ocasiones, les dió por disfrazarse de moteros, pero no hubiera sido extraño que a todos aquellos pioneros les hubiera dado por vestirse de bailarinas de can-can, la cuestión era dar la nota y echar unas risas haciendo música. Concluyendo, Yoko Ono acabó de un plumazo con el mensaje de gente como Chuck Berry, el de la labor de grandes instrumentistas y músicos realizando "arte fácil" para divertirse y divertir, para desatar el "mensaje gafapasta", el de gente sin talento haciendo "arte difícil" para reivindicarse como artistas.

En este momento me está costando expresarme un poco, pero desde mi punto de vista, Yoko Ono es responsable de muchos de los males que asolan el Rock en la actualidad desde sus propias entrañas, ya que ella fue quien abrió la "Caja de Gafapandora". Por ello, cada vez que un blackmetalero quema una iglesia artísticamente admirable en escandinavia, cada vez que un rapero tirotea a un miembro de una banda rival o un emo se sube a la azotea de un instituto con un M-16 en U.S.A., cada vez que una manada de über-manolos apalea a un subsahariano de origen masai en el metro de Valencia pensando en las letras de Estandarte 88 y alegando la superioridad de su raza (Lo cual tiene guasa, menuda "superioridad"...) , encuentro el sello de la obra de Yoko Ono.

Para terminar, Yoko Ono es culpable de la muerte filosófica del Rock, una especie de muerte cerebral que representa el fin de la inocencia de esta maravillosa forma de ver la música popular. La aparición de esta señora en la escena del famoseo Rockero supuso el comienzo de una era en la que la imagen pública de un ejecutante fuera del escenario o el ámbito de composición es tan importante o más que su capacidad de crear y entretener.

Como decían los Def Con Dos, La culpa de todo la tiene Yoko Ono, primera gafapasta.

viernes, 29 de febrero de 2008

Los 10 mejores

Merece la pena que veáis esto. Andaba enredando en el foro de Batacas.com, y he entrado en un post cuyo título es "Los 10 mejores bateristas". Evidentemente, no se puede hacer una lista con 10 elegidos en una disciplina tan heterogénea como es, por ejemplo, la batería, al igual que cualquier actividad relacionada con el arte de la música. Pero claro, hoy tengo el día chistoso, será porque es viernes, y esto es lo que he posteado:

Extracto del foro de batacas.com:

Pues yo voy a nombrar a los más grandes, y porqué:

Ringo Starr: Perpetró la película "Caveman" (Buscadlo en Youtube), lo cual es insuperable desde cualquier punto de vista.

Alex Gonzalez: Toca Metal (y lo que le sale de la txorra) en un grupo de moñadas que sale en los 40 principales, eso es jeta!

Fab Moretti: Es el novio de la niña de ET (Drew Barrimore), que por muy buena y muy jincable que esté, sigue siendo "la niña de ET".

Vinnie Paul Abbot: Los Rockstars tienen problemas de alcohol, sexo o drogas. Vinnie tiene gota, lo cual no es muy glamuroso, pero mola más.

Thomas Lang: Se parece a Darek, el de la Obregón. Por mucho que te entusiasme el "creative control", NO LE ENSEÑES ESE VIDEO A TU NOVIA!!!

Yael: La primera mujer en tocar la batería sin que parezca que el intrumento le acaba de pegar una patada en la espinilla.

John Bonham: Murió ahogado con su propio vómito.

Eric Childs: Murió ahogado con el vómito de otro.

Tommy Lee: El puto amo, se calzó a Pamela Anderson, lo grabó en video y lo editó para que todos lo viésemos. ¡Aupa ahí, campeón!

Txus "Di´Felatio" Harnandez: Ha conseguido hacer creer a millones de personas que A: Toca la batería, y B: En un grupo de Rock

.... y en el número 11...

John "Bermuda" Swartz: El hombre cuyo trabajo es el sueño de mi vida: Tocar la Batería en la banda de "Weird" Al Yankovic.

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La verdad es que no tiene desperdicio la lista, hay que tomarse las cosas con humor, si...

Sociopsicología del instrumento

Antes que nada, un aviso:

ESTE POST VA A SER UNA BRASA DE LAS IMPORTANTES, pensad en una etapa Toledo - Valladolid de la Vuelta Ciclista a España o en un documental sobre guepardos cazando gacelas de Thompson. Pues eso, el que avisa...

Hay algo que he dejado claro en numerosas ocasiones y, aunque parezca una perogrullada, es necesario recordarlo de vez en cuando: El Rock & Roll, pese a lo que mucha gente pretenda hacernos creer, es Música. Una vez dicho esto, y obviando el hecho que la música es ejecutada por músicos utilizando para ello instrumentos musicales, he de recordar que como género musical en si, el Rock & Roll goza de una serie de peculiaridades que lo convierten, como acabo de decir, en un género particular y diferenciable del resto. Sin duda, la más reseñable de esas particularidades es la estridencia y el volumen de la música, ya que por todos es sabido que el Rock & Roll es el estilo agresivo y ruidoso por excelencia dentro del subconsciente popular. Y para conseguir ese "ruido" o agresividad, es necesaria la utilización de unos instrumentos específicos. Desde un principio, durante la década de los 50, se ha establecido la base de estos instrumentos de la siguiente manera: Guitarra eléctrica, bajo eléctrico (Substituto del contrabajo por las necesidades de volumen requeridas) y batería, introduciendo esporádica y paulatinamente otro tipo de instrumentos como las primeras generaciones de teclados o sintetizadores (Organo Hammond, Mellotron...) así como, muy de vez en cuando, sección de vientos. Y, por supuesto, dando por sentada la necesidad absoluta de hacer pasar la voz por un proceso de amplificación.

Hasta aquí todo claro. Han pasado muchos años desde la década de los 50, el Rock & Roll ya no es patrimonio de un puñado de músicos visionarios estadounidenses creadores de una nueva forma de entender el ritmo y la melodía y los niñatos que jugaban a ser malos al son de sus canciones, y hoy encontramos una cantidad de subgéneros inimaginable en aquellos comienzos ya lejanos, esparcidos a lo largo y ancho del planeta, desde Singapur hasta Finlandia, desde Méjico hasta Grecia. Y del mismo modo que en un comienzo surgió la particularidad en los instrumentos destinados a la ejecución de la música, hoy en día cada género precisa de unos utensilios idénticos a los de antaño en concepto, pero específicos en lo referente a prestaciones, debido esto a la suma de las sutilezas (O falta de...) de cada subgénero y el avance de la tecnología aplicada a la construcción de dichos instrumentos.

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... se supone.

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Digo que se supone, porque hoy en día existe una, digamos, delimitación absolutamente cuadriculada acerca del equipo que un instrumentista debe utilizar para hacer SU música, y es evidente que esta delimitación viene dada por las modas, así de claro, no sabría explicar si las campañas de marketing correspondientes proceden de los propios fabricantes, cosa que dudo, de los medios de comunicación (podéis llamarme paranóico) o, simplemente, de las tendencias "culturales" hacia las que se orienta la sociedad en un determinado momento y que se aplican a los subgéneros musicales que puedan aparecer en ese concreto lapso de tiempo. El poblema viene cuando nos damos cuenta de una cosita que parece muy evidente, pero de la que en ocasiones nos olvidamos; cada instrumentista reproduce su música a su modo, totalmente personal, ya que el objetivo último de la música como modo de expresión es transmitir una serie de sentimientos a una audiencia, y como todos sabemos, los sentimientos, al igual que su forma de expresarlos e interpretarlos, son subjetivos.

Muy bien, ya conocemos la teoría de la situación, comencemos con los ejemplos prácticos de muchos sinsentidos que se producen en un elevadísimo porcentaje de los ejecutantes, tomando como referente principalmente, y como es costumbre y además debido al mayor conocimiento del aparatito en cuestión, la batería:

Durante años se utilizó en la construcción de cascos para batería la madera del Arce. La principal razón para ello es que, de las maderas nobles disponibles en Norteamérica, cuna del instrumento, era la que ofrecía un mejor sonido, ideal para los géneros musicales practicados en la época, a saber, Swing, BeBop, Jazz primigenio... la situación siguió estacionaria a este respecto pese a la investigación realizada por las compañías fabricantes en distintos tipos de madera, como el Abedul o la Caoba. Pero tuvo que llegar un iluminado, a la vez que inigualable músico y baterista, Steve Gadd (En aquella época, los 70, militaba en la banda de Chick Corea) para alterar la tendencia. El señor Gadd, en vista que la situación, los gustos de los oyentes y las características de los espacios donde se realizaba la interpretación habían cambiado, decidió que el instrumento también debía cambiar. Comenzó a utilizar baterías de abedul y parches de doble capa, definiendo, desconozco si voluntariamente, el sonido de batería que hasta nuestros días todo el mundo considera más cercano a la perfección. Evidentemente, en esa época, la tecnología de construcción de cascos no era tan avanzada como la actual, y para sonidos más potentes era necesaria la utilización de tambores más grandes, si bien el abedul se presentaba como opción perfecta en lo correspondiente a elección de la madera. Esta tendencia continuó hasta la década de los 90, cuando la sociedad sufrió una fiebre "revival" de la que la música y el Rock no iban a escapar, y retornaron los Kits minimalistas en madera de arce con tambores descomunales, tendencia que se mantiene hasta nuestros días, a pesar de que la caoba o la bubinga (Y por supuesto el abedul) son maderas mucho más adecuadar para estilos "cañeros" y que la tecnología actual hace que los toms o bombos de medidas gigantescas hayan quedado totalmente obsoletos. Pero es la moda...

Digo que es la moda, y la moda, al igual que los instrumentos, adopta sus correspondientes particularidades dependiendo del subgenero Rockero del que se esté hablando, aplicandose a los propios instrumentos. Es por ello que un guitarrista de Speed Metal se ve inconscientemente obligado a utilizar en algún momento una guitarra con algún tipo de pico, ángulo o pincho cuando un mazacote de caoba como una Gibson Les Paul o una Dean Cadillac se ajustarían mucho mejor a su estilo, para poder equalizar un sonido con preponderancia de frecuencias medias que empaste bien con el bajo sin perder el peso y el cuerpo en su sonido debido al pitch inherentemente grave del cuerpo de la guitarra. O un baterista de Stoner Rock debe, por imperativo divino, aspirar a tener un kit vintage de arce de los ´60 con las medidas de Bonham, cuando una batería moderna como una Pearl Masters Mahogany (Caoba) o una Sonor Designer Bubinga le iban a dar ese sonido grave que necesita y utilizando unas medidas más reducidas, y por lo tanto mucho más funcionales. O un bajista de Nu Metal, que buscando un sonido más Funky se hará indefectiblemente con un Warwick cuando un Jazz Bass o un Precissión le pueden ofrecer un sonido mucho más "Larry Graham" (Si buscas funky en un diccionario es probable que te aparezca una foto de este señor) además de un brillo adicional mucho menos redondo que hará que su presencia y la vidilla de los temas aumente en relación a las afinaciones graves comunes en el estilo.

Pero es como todo, el verdadero problema actualmente es que estamos en un mundillo de macarras de postal y culturetillas con gafas de pasta, y lo peor, en el que nadie escucha, y no me refiero al recurso poético, lo que vengo a decir es que estamos en una situación donde el músico medio es un tipo con orejeras de burro que no escucha ni el sonido de los instrumentos que le rodea ni el que tiene como sonido ideal en su propio cerebro, y se deja llevar por las modas imperantes, causando no solo un retroceso en su propia creatividad y expresividad, sino por extensión comunitaria, en la propia sociedad musical. Es más, como víctima colateral incluso podríamos mencionar a los fabricantes de instrumentos, que en algún momento dejarán de investigar en mejoras tecnológicas, lo que redundará en un perjuicio para la propia música. Una cosa hay que tener clara, no hay que tener miedo a los avances tecnológicos siempre que sean considerados como un medio y no como un fin.

Para concluir, si un instrumentista, inconscientemente, ni siquiera tiene libertad para escoger su propio instrumento y su propia imagen, difícilmente dispondrá de esa libertad para crear una manera de transmitir sus sentimientos e ideas en forma de música.

En fin, la peña está coartada y según parece, no hay manera de arreglar esto.

jueves, 21 de febrero de 2008

Tres cositas más

En primer lugar, procedo a hacer la valoración del viaje a Galicia para var a Zumo Negro, comenzando de la siguiente manera: 3

Si, he ganado 3 kilos en un fin de semana, mi tracto digestivo está suplicando clemencia y que el entrenador exija tiempo muerto, y mis mandíbulas quieren pedir hora con el masajista. En efecto, han sido 3 días de excesos, entre ellos asistir al concierto de Zumo Negro en un ambiente "no hostil" donde nadie les ha prejuiciado por fruteros o cualquier imbecilidad de ese pelaje, y donde el respetable casi les obsequia, merecidamente, con las dos orejas y el rabo, gran concierto. En contra de la opinión de mi amigo y compañero de viaje Iñigo Fernandez (Opinión supongo que subscrita por el 174% de los guitarristas de este planeta), el técnico se lució, es decir, el sonido fue muy muy bueno, pese a las limitaciones de volumen del equipo de la sala, nadie es perfecto. Sobre el concierto, comentar dos cosas; Primera: Este grupo cada vez suena más compacto, ese era uno de los pocos peros que se le podía poner como banda, pero parece que va quedando atrás. Que no nos pase nada a los demás. Y Segunda: Destacar la memorable actuación de la señorita Sonia Segoviano. Eran de sobra conocidos sus principales defectos, a saber, hacer una perfecta salsa vizcaina para echarsela a unas salchicas Pavofrío, es decir, pasarse de "feeling" y terminar, de tal manera, matándolo, y, algo sorprendente para una profesional de las BBC´s, rilarse por la patilla (Percibo mucho miedo en tí, joven Skywalker). Pues bien, a tenor de lo visto en O Barco de Valdehorras, provincia de Ourense, todos estos "contras" han pasado a la historia como quien tira de la cadena del water, y es evidente que esta chica está cantando mejor que nunca, a un nivel interpretativo altísimo (Poca gente hace llorar a Cobelo en un concierto, quizás Chuck Norris...) y lo más importante, como decimos los pro´s de ese maravilloso juego que es el Kinito, Y SUBIENDO. Sólo falta que se quite de hacer chistes al estilo "ministro de agricultura y pesca" y deje de moverse como Pocoyó para pasar de "Cantante acojonante" a "La polla en vinagre" (Perdón por el lenguaje MetalHammeriano, no volverá a suceder, palabrita del niño Jesús)

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Más cositas. Para el españolito medio, deporte es sinónimo de Fútbol, deporte rey, practicado por hombres machos para entretenimiento de hombres machos. A lo sumo, puede asociar el concepto Deporte al ciclismo (Especialmente después de comer), tarea de titanes enfrentándose a la carretera "sólo" con la fuerza de sus piernas, ó, si es año bisiesto, y por tanto olímpico, con el atletísmo, ejercicio inventado por los antiguos griegos, hombres machos reconocidos mundialmente durante siglos ¿Alguien ha visto 300? Pues eso. Lo que no harán es asociar Deporte con Rugby, Waterpolo, Baloncesto (El mío, je je) y todos estos pasatiempos de mariquitas, deportes raros de esos que solo juegan los catalanes, que son todos unos afrancesados, coñó!

Tras meditarlo, he llegado a una conclusión: En el Rock a nivel de usuario pasa lo mismo. No quiero pecar de Nazi del Metal, ni nada parecido, pero creo que a la hora de opinar sobre música, y el Rock no es más que música, creo recordar, los músicos tenemos un criterio mucho más desarrollado que, por ejemplo, periodistas u oyentes, y por lo tanto pienso que estamos en un escalafón superior como "espécie" en el árbol genealógico Rockero. El Metal para el que lo trabaja. Bien, a nivel de usuario, decía. Pues eso, pasa lo mismo, los Sancho Panzas con chupa y greñas tienen un Olimpo de Dioses perfectamente delimitado y por mucho que un barril lleno de talento llamase a su puerta y se empotrara en su equipo Hi-fi, no iba a variar un ápice. Al menos esa es mi explicación para el éxito duradero e inmutable de los Rolling Stones entre la comunidad rockera. Ante todo debo decir que como buen Metalhead (Aquí lo llamamos ser Jebi) siempre he sido de los Beatles, los papás de casi todo, al igual que siempre he considerado a los Rolling (Me niego a decir "Los Stones") una panda de pijos de mierda. Y reitero, al no poder hayar una teoría conspiranóica de esas tan mías, culpando de todo a la JebiRock y a Teddy Bautista, ya que los putos Rolling y ese pedazo de grupo que eran los Beatles no son fenómenos recientes que digamos, me veo obligado a ver como razón de la sinrazón el paletismo del aficionado medio, permeable a lo que le echen mientras tenga el letrerito "Rock" bien a la vista. No Future, nenas, ya que tampoco hay pasado.

(Toma párrafo imparcial, je je)

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Última cosita, para ir acabando. La pasión. Concepto curioso, dependiendo del carisma relativo, sus usuarios pueden considerarse bien perseverantes, bien majaras. Y si, he dicho usuarios porque la pasión puede utilizarse. La pasión es lo que hace que un flipado de algo se convierta en una voz respetable en dicha materia, y lo se por propia experiencia, y más hablando de rock & roll. Todo esto viene a cuento del ataud donde fué enterrado el magnífico guitarrista Darrel Abbott, más conocido como Dimebag Darrel. El amigo Darrel, uno de los guitarristas más influyentes y dotados de la década de los 90, fué asesinado un 8 de Diciembre de 2004, exactamente 24 años después que otro genio como fue John Lennon. Y siempre dejó claro que quería ser enterrado en un ataúd de esos que vende ese catálogo de Venca para Jebis en que se han convertido los Kiss. La mayoría de la gente ve en ese hecho una frikez máxima y una excentricidad propia de un millonario con la barba teñida de rojo, pero yo veo todo lo contrario. Los que conocemos la obra de Darrel Abbott (Seguro que en casa, su hermano, el maravilloso Vinnie Paul Abbott, no le llamaba "Dimebag") sabemos que el hecho de escoger ese ataúd responde a una sola razón: A Darrel Abbott le encantaba la música de los Kiss y tenía dinero para comprarse ese ataúd. Así de simple, sin más. De esto podemos sacar una conclusión muy clara. El señor Abbot era una persona que disfrutaba tocando con su hermano, era feliz charlando con otros músicos sobre cosas de músicos, estaba encantado con que le fabricaran para el una guitarra con cuatro pinchos y truenos dibujados, y se permitió la gracia de ser enterrado en un ataúd de su banda favorita. En definitiva, Darrel Abbot era una de esas afortunadísimas personas que pueden contarse con los dedos de la mano que consiguió vivir de su vocación por vivirla con auténtica pasión, y por eso pudo permitirse el lujo de ser un niño grande hasta el día de su muerte. Si obviamos el balazo, me produce auténtica envidia.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Un par de cosillas

En primer lugar, he descubierto el blog de un pavo que no tiene desperdicio, se llama El Tocapelotas Musical, merece la pena entrar, suelta auténticas verdades como puños sobre bastante gente que lo merece (Hombre, Rosendo y Fito me caen bien, pero bueno..), y la verdad es que te echas unas risas muy bien hechadas con sus críticas destructivas. Esta es la gente que está salvando al Rock, ahí va el enlace:

http://tocapelotasmusical.blogspot.com/

Por otro lado, mañana Jueves 16 de febrero de 2008, el señor Iñigo Fernandez, gran guitarrista y mejor persona, y un servidor, partimos hacia Galicia a ver en directo a los Zumo Negro. ¿Merece la pena el viaje? Aparte del factor turismo (Viajar un poquito siempre es bueno) y el hecho de saludar a los viejos amigos, (Juan Carlos Blanco, gran bajista y mejor persona, me repito como el ajo) tengo que decir que ABSOLUTAMENTE, a tenor de lo visto el sábado pasado en la sala Dink de Portugalete.

Gran concierto, abrieron Tinitus, una muy muy buena banda de Rock con un gran potencial, por sus temas redondos y pegones, y por su cantante, con una grandísima voz y una imagen espectacular (Que finolis soy cuando quiero). Cerraron Shisha Pangma, un grupo que independientemente de si tienen el día o no transmiten un aura de grupo grande, debido por un lado a los temas potentes (No hace falta afinar en Fo ni sacar temas a 230 b.p.m.´s la negra para ser cañero de verdad) y por otro a la actitud poderosa de los hermanos Vilabrille y Alberto Messel, guitarra, bajo y voz respectivamente. Especialmente reseñable la actuación de Alberto, las comparaciones con Miguel, el anterior cantante, son inevitables, y en el aspecto escénico, en contra de todo pronóstico, Alberto sale victorioso. Por otro parte, en el tema composición, como siempre excelentes en su estilo.

¿Y Zumo Negro que? Pues eso, Zumo Negro, en su línea, capaces de estar pensando en el coñazo que va a ser recoger después del show o en los cubatazos que van a caer, sin pretensiones de ningún tipo, y aún así, dejando a la altura del betún a dos grupos con más nombre y repercusión mediática, como cualquier grupo con el que toquen. Como digo siempre, escuchar a este grupo es una sensación extraña, no se les puede catalogar ni como buenos ni como malos, ni como innovadores ni como clásicos, pero siempre queda ese poso de pensar "si por un casual se hicieran famosos, podría suponer un punto de inflexión en la forma de entender el Rock por estos lares"

Gran banda. El viaje merece la pena.

Por Fin!!! : Toda la verdad sobre la batería.

Bueno, llegamos a la madre del cordero, la razón por la que, inconscientemente, comencé este blog, y en vista que puede que me tire un mes sin postear por lo de la mudanza etc. (Si, me cambio de piso, y me voy a vivir al Campo de Volantín, nuevo pijo habemus), pues me voy a lanzar a la piscina.

Al turrón!!! Comencemos por reflexionar acerca de la esencia de la batería no como parte de la música sino desde el punto de vista de su creación como artefacto destinado a crearla. La batería es un instrumento muy moderno, las primeras aproximaciones datan de principios del siglo XX, y es por ello que en este instrumento la mezcolanza afro-europea de culturas aplicada a la composición es más patente que en cualquier otro instrumento, un nuevo concepto de percusión ideológica y técnicamente virgen ante la oleada de nuevas tendencias musicales.

Pongámonos en situación: La guerra de secesión norteamericana, la efeméride definitiva a nivel histórico en cuanto a la redefinición de la música popular a escala planetaria.

Como todo el mundo sabe, la excusa que se puso para ese conflicto (Costumbre muy arraigada entre los mandatarios norteamericanos) fue el derecho de las personas sometidas al yugo de la esclavitud a tener una vida digna. Los verdaderos objetivos eran controlar el mercado agrícola del algodón, donde estos esclavos conformaban un grueso de mano de obra gratuita y abnegada, y la frontera con Méjico. Estos esclavos, en ocasiones, eran formados por sus "propietarios" en determinadas artes musicales, siempre desde el punto de vista de la composición clásica "occidental-europea", y con diferentes fines y objetivos, ya fueran el mero entretenimiento a través de la escucha, o casos mucho más crueles, como los niños a los que en edad de formarse físicamente se les obligaba a practicar día y noche los rudimentos del redoblante (Antecesor de la caja) para crear física y mentalmente máquinas del instrumento, y que al entrar en combate (No entiendo de artes militares, pero se supone que con los cambios de stroke-roll las alineaciones de los soldados variaban) no supusieran una baja sensible, al ser esclavos con un color de piel diferente al de sus amos.

Evidentemente, el bagage cultural africano no se había perdido, y fue transmitiéndose a la vez que los modos europeos iban calando y asimilándose dentro de esa tradición. Es el momento donde aparecen de manera abstracta conceptos como el swing, no el genero que aparecería después, sino la capacidad y voluntad de otorgar una percepción ternaria a una construcción binaria (Iniciando el desarrollo de las ilusiones rítmicas en la música popular), o el Blue Note, el primer paso para espiritualizar las evoluciones cromáticas como manera de "oscurecer" un sentimiento.

Este nuevo panorama de mestizaje socio-musical alcanzó a todos los instrumentos, pero la percusión fue el campo que más notó el cambio. La tradición austriaca unida al gusto por lo ternario suponía una bomba en el motor rítmico de la música popular, y todo ello en un mundo donde los instrumentistas comenzaban a tratar el tema de la utilización de multiples piezas...

Los años pasan y nos encontramos en la era del cine mudo, y, al contrario de la imagen que se nos ha proyectado a las gentes del siglo XXI, no sólo era un piano el que acompañaba como "score" a las imágenes dentro de la propia sala, sino una banda al completo. Evidentemente, ese era un gasto importante, por lo que un músico ejecutaba varios instrumentos dependiendo de la sección que le tocara interpretar, y por supuesto, los percusionistas no eran una excepción. El escaso espacio llevó a la creación de los primeros kits de batería, que resultarían al menos curiosos a la vista del observador contemporáneo, formados por bombos y cajas de "marching band", charles compuestos por crótalos accionados a ras de suelo, y diferentes instrumentos de pequeña percusión ubicados en mesas.

Con el tiempo llegarían las grandes modificaciones revolucionarias, como la creación del pie de charles gracias al gran Papa Jo Jones, o más recientemente, los utilísimos inventos llegados de oriente, como las creaciones del maestro Takashi Hagiwara o la compañia Hoshino Gakki , responsables de artilugios fundamentales hoy en día en materia de herrajes, sin ir más lejos los pies de Jirafa, por nombrar uno. También llegaría la investigación referente a la respuesta de los distintos tipos de madera aplicados a la construcción de instrumentos de percusión, por los que los hoy en día comunes Abedules, Hayas, Caobas, Robles... se sumaron al omnipresente Arce como novedades. La investigación continúa, Gutambú, Cerezo, Nogal...

Y así llegamos a la actualidad, un instrumento aparecido de la imaginación de personas con la necesidad de alegrar una triste realidad a traves de una música mezcla de tradición y aprendizaje, y modificado a través de su propia evolución y la cratividad de unos pocos visionarios de la ingeniería aplicada a la música.

Un gran instrumento, sin duda, y una vía sinigual para que cualquier ser humano canalice sus inquietudes musicales.

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Tenemos el instrumento, pasemos a analizar su uso y disfrute:

¿Para que sirve una batería? ¿Para que sirve un baterista?

Los que seguís este blog sabéis que ahora viena la ensalada de hachazos.

Es lógico que la pregunta ¿Para que sirve una batería - un baterista? tenga múltiples respuestas, dependiendo de multitud de factores como el entorno en que el ejecutante va a realizar su expresión artística, el concepto que se quiera transmitir, las propias posibilidades del músico-instrumento en relación con sus coetáneos, el grado de satisfacción del público tanto objetivo como periférico en relación con sus expectativas... miles de variables, en definitiva, que hacen que las preguntas un tanto abstractas, o al menos con un amplísimo rango de respuesta, como la anteriormente expuesta, no sean susceptibles de encontrar una respuesta del estilo "o negro o blanco".

Como he dicho, es lógico y racional, pero no realista. Vivimos en un mundo competitivo y regido por parámetros estadístico contables, y la música popular, con el Rock a la cabeza, no se iba a librar de esa cruz. De tal modo, encontramos en la actualidad dos corrientes mayoritarias desde el punto de vista de la filosofía del instrumento a la hora de valorar la manera en que las diferentes personas lo abordan, ambas igual de equivocadas, ya que, como he dicho antes, por fortuna no vivimos en un mundo en blanco y negro.

El principal calibre con el que valorar el binomio músico-instrumento es el que se podría considerar "aproximación tecnocrática", todo baterista que ansíe desarrollar su técnica, pasará a desear cada día más y más, obcecándose en el estudio y en la aplicación de lo asimilado a la ejecución de su arte, cada día más irá confiando en las nuevas tecnologías tanto de construcción de baterías como de producción digital, y con el tiempo perderá el alma.

El otro rasero con el que medir al tandem baterista-batería se podría llamar "aproximación proconservadora", y dice que cualquiera que intente hacer que los sonidos producidos por él mismo y sus acompañantes sean agradables y fluidos, tendera con los años a obcecarse con la práctica de mejorar su tempo y su groove, olvidándose de la técnica por completo, y reduciendo su Kit a la mínima expresión (Por supuesto, las pocas piezas son vintage.)

Bueno, pues lo único que queda por decir acerca de estos dos párrafos previos son un par de cosas:

1) Es lo que piensa la mayoría de la gente del ámbito no sólo bateristico sino del Rock en general.
2) Son un par de imbecilidades como dos pianos de grandes.

Por descontado, cualquiera que quiera defender este típo de sandeces en mi presencia verá como le corto los brazos y las piernas para que no pueda hacer nada al observar como le arranco las pelotas a su padre mientras se las meto a su madre por el culo.

¿Y este ataque de salvajismo? os preguntaréis. Es algo normal, este tipo de maneras de pensar son las que están matando al Rock & Roll, y no me refiero sólamente al pensar que las cosas únicamente pueden ser de una u otra manera, que también, sino al ansia por parte de la comunidad por departamentalizarlo todo, asignando toda una serie de pautas de comportamiento a cada forma de hacer las cosas, algo muy preocupante. Y digo preocupante porque yo no voy a perder el sueño si los críos se dividen en sus tribus cada uno con sus pintas y "su" música, son cosas de chavales y todos hemos sido jóvenes, con el tiempo se le pasa a uno la tontería y deja de disfrazarse de vaya usted a saber qué, y los oídos por fin se abren y aparece un nuevo mundo de oportunidades, tanto de placer en la escucha como de aprendizaje para cualquiera que disfrute haciendo música. Digo preocupante porque ese mismo virus que pensábamos que solo afectaba a los adolescentes hiperhormonados con la necesidad de llamar la atención lleva un tiempo afectando a los propios músicos, y lo digo porque lo estoy viviendo en primera persona y desde mi instrumento, la batería.

¿Y sabéis que es lo peor? Este virus de la departamentalizazión y la mente cuadriculada no está enfocando su mal únicamente desde el ya viejo "si x estilo, x conducta", sino que está afectando a lo que es la ejecución del instrumento en si y a las preferencias personales del músico como individualidad creativa. Ya no es solo el tener una imagen asociada a una forma de hacer música, además hay que sumarle la manera en que debes aportar tu creatividad y los propios instrumentos que debes utilizar. Y diré aún más, hemos llegado a un punto en que para la gente en general determinados conceptos que complementandose podrían ser poderosas armas en favor de la creatividad musical pasan por ser antónimos irreconciliables, pondré ejemplos, groove y técnica, espectáculo y sobriedad, sonido y velocidad.... hay miles. Y lo peor, la gente no sabe ni lo que significan esos conceptos. El mundo piensa, aplicándolo a la batería, un montón de gilipolleces sin sentido, para la gente "técnica" significa Mike Portnoy en versión brasas haciendo single stroke rolls, para la gente "groove" significa tener un kit de 4 piezas, para la gente "espectáculo" significa hacer el imbécil y que se te caigan las baquetas, para la gente "sobriedad" significa ser feo y esconderse tras el kit, para la gente "sonido" significa gastar dinero en una batería cara, para la gente "velocidad" significa no dar dos golpes iguales...

Que se saca de estas reflexiones. Pues algo que es para echarse a temblar: El 90% de las valoraciones que se hacen de las acciones de la gente que se dedica a la música están basadas en prejuicios, y de ese 90% más de la mitad se basan el la imagen que proyecta el ejecutante.

Y digo yo, ¿Si tengo un kit de 8 piezas no puedo tener gusto tocando? ¿Si intento dar espectáculo no puedo estar concentrandome en ofecer un tempo sólido y un groove sentido? ¿Si tengo una batería moderna no puedo sonar bien? ¿Acoso tengo prohibido ponerme un polo de Ralph Lauren si quiero seguir siendo rockero, a pesar de estar tocando Thrash Metal a todo trapo?

Bueno, pues os voy a explicar el porqué de una batería en el Rock contemporaneo.

¿Cual es la función de un baterista? La función prioritaria de un baterista es recibir información en forma de riffs y devolver canciones a modo de feedback. Con canciones me refiero al "producto terminado", es decir, un tema redondo y perfectamente asimilable por el oyente a pesr de que el que emitiese los riffs fuera un "guitarrista" de 14 años con el rostro repleto de granos pajeros haciendo ejercicios sin conexión ni feeling entre ellos.

¿Y que hay del Tempo? Os preguntaréis. Bien, llevar el tempo va implícito en la palabra baterista. Imagináos que vais a jugar un partido de fútbol, y en defensa a uno de vuestro equipo se le escapa un contrario en plan descarado y os casca un gol. Le dáis el toque al compañero y os dice "A ver, yo paso de esas cosas como la defensa, me centro más en el arte de mover alternativamente las piernas izquierda y derecha de un modo acompasado para lograr un avance físico más rápido que el mero caminar". Evidentemente, el muy jeta os está describiendo la acción de correr, y si vas a una pachanguita de solteros contra casados, sabes que el correr va implicito. ¿Conclusión? Si algún día habláis con algún baterista sobre su enfoque acerca del instrumento, y os suelta lo de "Yo me centro más en el tempo y el groove", le podéis llamar directamente gilipollas y jeta a la cara.

El tempo y el groove, aquí surge otra gran pregunta, ¿Que es el groove? La gente lleva años especulando sobre una teoría acerca de este concepto, pero yo tengo mi propia definición, y pienso que es mejor que ninguna que cualquier cultureta listillo os pueda dar. Procedo, pues. Groove: Pareja de trozos de tejido cartilaginoso de aproximadamente 6 x 4 cm. situados, en los seres humanos, a ambos lados de la cabeza a una altura media.
Es así de sencillo, oiréis cuentos acerca del groove, que si la economía de notas, que si el backbeat, que si las notas fantasma, que si el espíritu y el feeling y el coño de la bernarda... demasiado folcklore cuando, a fin de cuentas se trata de escuchar, de sentir, y de hacer caso a tu antebrazo, es decir, mirarte a ver si tienes la piel de gallina mientras estás tocando, y en caso positivo, tener la certeza que lo estás haciendo bien.

Este es el mismo método altamente científico para evaluar otro tipo de conceptos. Por ejemplo, hay una cosa que está clara, y es que cuanto mejor técnica tenga un instrumentista, pues mejor, valga la redundancia. Es esto motivo para convertir un tema en una demostración de fuegos artificiales. Definitivamente NO, no y no, punto! Igual que tampoco es motivo para que aparezca una corriente supuestamente minimalista que lo único que reivindica en una voluntad de ocultar unas deficiencias técnicas importantes disfrazándolas de culturetilleo puro y duro. La fórmula para saber si estás tocando de más o de menos, como he dicho antes, es bien fácil, remángate y mira a ver si tienes la piel de pollo, en caso afirmativo, to´palante.

Y como último quehacer del baterista, El Show. Si eres baterista y estás leyendo esto, sólo te diré lo siguiente: Si mientras tocas te apetece expresar tus sentimientos hacia la música de una forma visual y físicamente exagerada, no dejes nunca que nadie te llame fantasma, no dejes nunca que te digan que no es lo correcto, y no dejes nunca de hacerlo. Siempre que no perjudique a tu ejecución claro. Siempre que suenes bien y crees una base sólida para la canción, tienes todo el derecho a hacer el fantoche todo lo que quieras, y si alguien te dice que eso no es música o que para hacer eso mejor al circo, piensa en si has hecho un trabajo serio y eficiente en el plano musical, y en caso de que así haya sido, tienes la venia para reventarle los dientes de un puñetazo al individuo en cuestión sin que tu conciencia se tenga que ver afectada.

Estas son algunas de las trabas que nos encontramos los que nos tomamos en serio nuestro instrumento: Nos encontramos con el muro de los prejuicios determinados por las modas y se nos quitan las ganas de tomar carrerilla para saltarlo.

lunes, 11 de febrero de 2008

Agujetas, mentiras y cintas de audio.

Hoy vuelve a tocar post multitemático, lo cual se está convirtiendo en una costumbre. Supongo que en cuanto abandone mi condición de parado y deje de ocupar mi tiempo con artes como la contemplación y la meditación para doblar el lomo como la gente normal, las entradas del blog se irán acortando y espaciando en el tiempo, es ley de vida.

Para comenzar a lo grande, y como diría el gran Chiquito de la Calzada, ¡¡ Tengo pupita en el diodenoooorrll !! Para los profanos en el arte de Gregorio Sanchez, de profesión "Lingüista como puedas" (¿Habrá alguien que haya supuesto un mayor cambio para la lengua castellana en los últimos 200 años?) , procedo a traducir: Tengo agujetas en brazos, piernas y espalda, y considerables ampollas en las manos (No está nada mal para un parado). Pese a que ambas dolencias se originan en una misma explicación, el camino que me ha llevado a ellas es diferente, fruto de la pasión en ambos casos, pero distinto en la forma.

Las molestia musculares vienen dadas por la fea manía que tenemos la gente en esta maravillosa tierra que es Euskal Herría de practicar el sexo únicamente cada cambio de solsticio o coincidiendo con alineaciones planetarias. Milagrosamente, a mí me tocó anteayer, y la falta de costumbre ha provocado que parezca que el Hummer tuneado de Shaquile O´Neal me haya pasado por encima.

La falta de costumbre también ha provocado las ampollas de las manos. Es la falta de costumbre de tocar sin guantes. Los perdí en carnavales, los saqué porque eran necesarios para el disfraz. Eran unos preciosos guantes Zildjian de piel sintética combinada con tejido transpirable, y me quedaban, como dice Bertín Osborne, alicatáos. Recuerdo el momento, bizarro de cojones. Estaba con mi amígo Juan Carlos Viso, grandísimo baterista de los no menos grandes Zumo Negro, a las 7:00 a.m. hora zulú, devorando un bocadillo frente a la estatua de Tonetti (El Robocop de los Clowns, mitad vizcaino, mitad cántabro, todo payaso), y me los quité, es lo que exige el mecanismo de funcionamiento de los bocatas. Y allí se quedaron. Y hoy me ha dado por subir al local y ponerme a tocar encima del mp3. Y me he desbocado con el Change of Seasons y el Metropolis de los putos Dream Theater. Y como no hay guantes, pues tengo las manos como Richard Claydermann en una final del Manomanista. Ay, Dios mío, Dios mío, no pesan los años, dicen...
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Cambio de tercio, ¡Hop! Ahora mismo tengo abierta, en otra ventana, la web con los resultados del Rockferendum, esa pantomima que montan los amiguitos de la Heavy Rock y la Kerrang cada més de febrero, echadle un vistazo:

http://www.mariskalrock.com/ampliacion.php?Id=4711

Ya no se ni qué pensar. Antes me ponía como un basilisco al ver estas idioteces, que no hacen más que corroborar lo que cualquiera con dos dedos de frente de sobra conoce, a saber; el estamento periodistico rockero es un nido de sinvergüenzas vendidos a las discográficas, el Jebi medio de a pie es diréctamente imbécil, gracias a la prensa, que ha convertido al estamento social metálico en una manada de borregos similares a quinceañeras histéricas y lectoras del Superpop pero con chupa de cuero y greñas, y lo último, y más grave, hoy en día la música es un concepto secundario en la cultura rockera. Lo dicho, que antes estos espectáculos dantescos me provocaban enfados importantes, pero hoy me da la risa, es lo menos que puede pasar al ver categorías como "Mejor vestido", "Villano del año" o "Mejor videojuego". En fin...
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Para terminar, una cosita más. Ya que estaba en faena, he andado indagando en la web de ese caradura y mangui que es el "señor" Mariskal Romero, y leyendo leyendo, he llegado a una especie de colaboración-entrevista que cada mes hace un grupo de renombre, mostrando los que para ellos son los 10 discos favoritos de sus bandas preferidas. Este más se conoce que es el turno de los Breed 77, un grupo que está muy bien, pero ese no es el tema. El tema es, una vez más, la prensa. Esa prensa que mete una serie de ideas en las cabezas de los lectores y los convierten en dogmas y verdades absolutas. La gente de Breed 77 son gente que, a la vista está, tienen talento para hacer Rock, y por eso me duele ver en su lista conceptos como "Iron Maiden-The Number of the Beast: Que decir del mejor disco del Metal, que monstruos", "King Diamond-Abigail: Perfección dentro de lo conceptual en el Heavy", "Metallica-Master of Puppets: El mejor disco de Metallica puso el listón muy alto" o "Pantera-Vulgar display of Power: ¿Quieres Heavy? Aquí tienes la perfección". Todas estas opiniones son perféctamente válidas y respetables, pero lo triste es que unos músicos solventes reciten por voluntad propia lo que, como gente normal igual que tú y yo, les han venido recitando las revistas desde que eran críos y ni siquiera soñaban con dedicarse a la música. No estoy diciendo que el Master o el Number of the Beast no sean grades discos, es innegable que son absolutas obras maestras en su género, simplemente estoy denunciando el que la gente deba considerarlos como tales porque alguien sin conocimientos sobre como y porqué se hace la música lo venga diciendo desde hace años, y que este "Porque sí y porque yo lo valgo" no sea siquiera cuestionado por el estamento ejecutante, es decir, los propios músicos.


Total, ni que fueran a cambiar su manera de actuar porque yo lo diga... menudos kinkis.

viernes, 8 de febrero de 2008

Reflexiones de una semana sin MP3

Como todos ustedes saben, el sábado pasado fue el día grande de los carnavales en Bilbao, en lo que a celebración juerguística se refiere. Yo, como todos los años, me disfracé, proceso que se llevó a cabo en el local de ensayo, por lo que la ropa que traía de la calle quedó abandonada en ese templo del metal hasta que, por fín ayer, superé mi pereza y me acerqué al cuchitril donde reside mi batería a recuperar mis pertenencias, entre ellas el MP3, que había permanecido a buen recaudo en el bolsillo interior de mi chambergo.

Es un gran invento el aparato reproductor de MP3, personalmente lo considero el legítimo sucesor del Walkman de toda la vida, demostrada como fue la inviabilidad del Discman por mucha memoria de 10 segundos que tuviera. Y aparte de la comodidad de no estar continuamente pensando si "saltará o no saltará", el MP3 ha recuperado el romanticismo del bandolero, en el sentido que antes ibas a la tienda, comprabas tu cinta-cassette TDK de 90 y grababas el Fighting the World en una cara y el Kings of Metal en otra, y ahora el procedimiento es bajarse del E-mule los últimos de Killswitch Engage y Avenged Sevenfold y meterlos en el "mecherito de la música", pero bueno, no nos desviemos del tema, que entramos en terrenos demasiado pantanosos y acabamos hablando de Teddy Bautista, y eso no puede ser.

Bien, pues como he explicado, me acabo de tirar casi seis días sin mi aparatito MP3, y eso, para alguien que se mueve en transporte público o en el cochecito de San Fernando (Un ratito a pie y otro ratito andando), es una agonía. Aun así tiene un punto positivo, y es que, a falta de música, te da la opción de reflexionar sobre ella. Aquí van algunos de esos pensamientos:

En primer lugar, voy a continuar en mi cruzada antisetentera, antiochentera, antinostálgica, o como ustedes la quieran llamar, y lo voy a hacer abordado un tema nunca antes tratado en este blog, como es la música en ocasiones mal llamada "Patxanguera", es decir, lo que te pueden poner en cualquier pub de Mazarredo o Urquijo un sábado a las 3:30 de la madrugada. En esta ocasión el foco de mi ira es un individuo que se hace llamar Mika. Remontémonos como un par de añitos o tres hacia el pasado. Fue una gran época para la música comercial de baile, puede que una de las mejores de la historia, un boom del que salieron grandísimas bandas que creaban temas buenísimos con creatividad y calidad. Y por una vez, destacó entre lo bueno lo mejor, con los raperos Outkast y los Black Eyed Peas al frente de este maravilloso espejismo en el desierto del continuo espacio-temporal de la música mainstream, y su dunas de basura avanzando sobre la vegetación de lo bien hecho. Temazos como Hey ya! o Crazy se instalaron en las emisoras ultracomerciales y en los bares de moda, e hicieron que algunos locos optimistas pensaramos que el mundo de la música podía estar cambiando para bien. Desgraciadamente fué solo una ilusión, la masa borreguil dejó que pasaran de moda y los gurús que deciden lo que es bueno y lo que es malo emitieron un verecicto de culpabilidad por hacer bazofia comercial, no como las grandes bandas como Mago de Oz o Deluxe, y dictaminaron que Janis, Lennon, Allman, Hendrix, Bolan, Bonham, Brian y Moon les propinaran 100 latigazos diarios desde su llegada al averno. Que facil nos resulta a la gente del Rock en general calificar como mierda todo lo que no conocemos.
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Nos encontramos en el año 2007, la "música" comercial vuelve a ser una porquería tras un periodo de vacas gordas y la plaga del "bombo digital a negras" vuelve a apoderarse de las emisoras para masas y los bares oscuros con camareras de catálogo de lencería y precios "europeos". Pero no todo está perdido. Existe un salvador. Un Héroe. Su nombre es Mika. Alabémosle, Dios salve a Mika. Algunos, como un servidor, se preguntarán, o preguntaron, ¿Quien cojones es ese Mika? Pues es un inglés que se dedica a hacer temas que podrían pasar por parte de la banda sonora de Xanadú (Si, esa peli en la que Olivia Newton John va en patines y atraviesa paredes) pero con un brillo compositivo sólo omparable al fieltro del sombrero de Juan Tamariz. Eso si, al igual que el genio de las gafas y la chistera, Mika tiene un As en la manga, y es el siguiente: Como dije en mi post anterior, se viste igual que mi tío Antonio en las fotos donde mi padre volvió de la mili, dice que es compositor y además es multiinstrumentista. Déjenme que diga una cosa:

AAAAAARRRRGGGGHHHHH !!!!!!!!!!!!!!!!!

La profecía se ha cumplido, el armaggedon ha llegado y el mundo llega a su fin. No puede haber otra explicación al hecho de que un gafapastoso bailón haya sido poseído por el espíritu de Txus Di´Felatio. Digo esto, porque lo de compositor ya no se lo cree nadie, y lo de multiinstrumentista puede sonar muy bien para tu prima y tu tío, si no fuera porque el 50% de los músicos amateur o profesionales del planeta tocan varios instrumentos. Pero lo que realmente me da ganas de dar un puñetazo a la pared es ese espíritu vintage-para-todos-los-públicos, como si hacer temas añejos y vestirte como los espectadores del Argentina-Inglaterra del Gol de Maradona hiciese que la rapidez de tus conexiones neuronales se multiplicase por 10. El problema es que los gurús de la prensa opinan que sí, que se es más auténtico por ser un rancio y no innovar ni bajo amenaza de balazo, y han dictaminado que a su muerte, Mika se sentará a la derecha de Barry Gibb y su melena leonina, y podrá dar latigazos a los pijos de Operación Triunfo. (Esos mismos "Pijos" que dan trabajo a montones de grandes músicos de sesión que de otra manera se comerían los mocos, porque aquí, el pastel del Rock se lo reparten siempre los mismos amigotes)

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Esta semana también he estado pensando en SuTaGar, en su estatus en Euskal Herria, y en lo rápido que olvida la plebe a sus ídolos.

Para ponerles en situación; Todos sabemos que el Rock & Roll se hizo mayor hace mucho tiempo, muchas lunas han pasado desde que conformaba la banda sonora de las cuadrillas de moteros mientras Chuck Berry creaba el baile del pato, que años más tarde popularizó Angus Young. Lo dicho, ya no es una forma fresca y novedosa de hacer cancioncillas de tres al cuarto, ahora es un verdadero género musical como la copa de un pino, con sus subgéneros y sus modus operandi correspondientes en cuanto a composición y ejecución, y uno siempre puede encontrar una manera de hacer música que le satisfaga dentro de esa variedad, desde Juanes hasta Impaled Nazarene, desde los Ramones hasta Porcupine Tree. Y esto ha ocurrido a lo largo y ancho del planeta, y evidentemente, Euskal Herria no iba a ser una excepción. El Rock, tenido en cuenta como máxima expresión de música popular contemporanea, también se ha desarrollado y asentado en Euskal Herria, pero debido a las peculiaridades políticas e idiomáticas de la zona, su destino ha sido peculiar, siguiendo caminos idénticos a los del resto del mundo, pero con una identidad no creada desde la propia música sino desde el público, que lo ha distinguido del resto con el Euskera como factor diferenciador.

Como decía, en Euskal Herría el Rock también se ha hecho mayor. Como es lógico pasó su etapa de pañales en los primeros 80, donde las singularidades de la zona hicieron que los subgéneros más aceptados fueran aquellos más políticamente combativos, proscribiendo el resto, pero afortunadamente esa filosofía ha trascendido en su justa medida, dando lugar a un paisaje musical en el que florecen todo tipo de estilos y subgéneros sin dejar de lado la raiz agresiva.

¿Donde está el problema, porque lo hay? Algunos lo vemos muy claro. Se ha creado una corriente mainstream y un Star System alrededor de bandas efímeras y géneros aleatorios que, por estar internacionalmente ligados al entorno underground, el público no se percata que es símplemente moda. De tal modo, cualquier banda "del momento" puede gozar de un respeto y una credibilidad que pueden o no ser merecidas, pero que equiparan a los realmente talentosos de la paja.

El más claro ejemplo de esto son los Eibarreses SuTaGar. Hablar de ellos es hacerlo de una de las mejores bandas de Metal de la historia a nivel europeo. Y, por supuesto, en Euskal Herria se les respeta, el público les adora, compra sus discos y abarrota sus conciertos, y no por ello dejan de ser el grupo más infravalorado del pais, en Euskal Herria no hay banda más infravalorada que SuTaGar, y no cualitativamente, sino comparativamente. Me explico. La gente no se da cuenta de lo que tiene delante cuando los ve en directo en fiestas de cualquier pueblo de 700 habitantes. Es como ser vecino de Michael Jordan, y llevar a tu hijo a echar unos tiros con Él. El chaval estará muy contento, valorará lo que es compartir cancha con un famoso de tiempos lejanos, pero para el crío el mejor del mundo es Ricky Rubio y punto. Del mismo modo, aquí se equipara a SuTaGar y otras grandes bandas del territorio con "el grupo de moda" que Euskadi Gaztea haya lanzado a la fama ese mismo año (En algunos casos buenas bandas, todo hay que decirlo), y que por hacer Rock & Roll ya son más dignos y respetables que los horrores que llegan de España.

En fin, que con SuTaGar no sabemos la joya que tenemos, una pena.


Seguiremos informando.